CONSULTORIO DE NUTRICIÓN

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Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Por qué es importante la hidratación en los pacientes con COVID-19?

R: En el hombre un 60% de su peso corporal es agua, distribuida dentro y fuera de los tejidos. Las mujeres, los ancianos y los obesos contienen menos agua (50%) porque tienen más grasa corporal, un tejido que retiene poca agua.
El agua transporta los nutrimentos y medicamentos hacia los tejidos; y sirve para eliminar las substancias de desecho a través de la orina, el sudor y los pulmones.
La hidratación constituye una parte importante del manejo integral de estos pacientes con COVID-19 por las siguientes razones:
1- La fiebre aumenta la pérdida de agua a través del sudor. Por ejemplo, un adulto con 39ºC de fiebre perderá unas 30 onzas de agua al día.
2- Los enfermos con tos y dificultad respiratoria pierden más de 3 onzas de agua al día.
El agua ayuda a fluidificar y eliminar las secreciones broncopulmonares aumentadas en las afecciones respiratorias (ej: neumonía), favoreciendo así la entrada del oxígeno al cuerpo y la eliminación del anhídrido carbónico.
3- Si hay náuseas, vómitos y diarrea se pierde una cantidad importante de agua. Esta situación es agravada por el bajo consumo de agua debido a la pérdida del apetito.
4- Las personas mayores de 65 años de edad consumen menos agua porque su reflejo de la sed está disminuido. Por lo tanto, debemos ofrecer agua a nuestros abuelitos durante todo el día, aunque no la pidan. De igual forma el consumo de agua es importante en las mujeres y en los obesos.
5- Estos enfermos deben tomar más agua porque su dieta es alta en proteínas, necesarias para preservar la masa muscular y reforzar las defensas.
El consumo mínimo de 2-4 onzas cada 15 minutos de líquidos, incluyendo agua fresca o saborizada con zumo de frutas y agua de coco, es suficiente para producir una orina de color amarillo claro cada 3-4 horas.
En casos de náuseas o vómitos el paciente debe tomar pequeños sorbos de agua o suero de rehidratación oral. En el hogar se puede preparar un suero casero, disolviendo 1/2 a 3/4 cucharadita de sal en 1 taza de jugo (limón, naranja, cramberry o uvas) más 3 onzas y media de agua fresca.

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