P: ¿Qué relación existe entre los niveles de vitamina-D y la mortalidad por COVID-19?

R: La mortalidad por COVID-19 se asocia con un estado de inflamación severa o una tormenta de citoquinas en respuesta a la agresión por el virus SARS-CoV-2, responsable de esta enfermedad.
La vitamina D fortalece nuestro sistema inmunológico (defensas) y atenúa el estado de inflamación exagerada.
El pasado 26 de abril se publicaron los resultados preliminares de una investigación realizada en Indonesia por Raharusuna P. y colaboradores, sobre vitamina D y la mortalidad por COVID-19 en una población de 780 pacientes hospitalizados.
La edad promedio de los pacientes fue 54.5 años, mientras que en los fallecidos fue 65.2 años; el 66.6% de los fallecidos tenía 50 años o más, afectando más a los hombres (66.6%) que a las mujeres (33.4%).
El 84.9% de los fallecidos padecía de alguna otra enfermedad.
El 93% de los pacientes con COVID-19 que al ingreso tenían niveles normales de vitamina D (>30 ng/mL) aun estaban vivos al momento del estudio.
En el grupo de fallecidos, 4.2% tenían cifras normales de vitamina D (>30 ng/mL), en el 49.1% los valores eran insuficientes (20-30 ng/mL) y el 46.7% tenía deficiencia de esta vitamina (<20 ng/mL).
Sin embargo, las comorbilidades (hipertensión, diabetes, enfermedades pulmonares, hepáticas, renales, etc) afectaron al 80% de los pacientes con deficiencia de vitamina D, 74% de quienes tenían insuficiencia; y apenas, al 19% de aquellos cuyos niveles vitamínicos eran normales.
El riesgo de mortalidad por COVID-19 es 10 veces mayor en las personas con 50 años de edad o más, comparadas con los más jóvenes; y aproximadamente 6 veces mayor en los hombres que en las mujeres.
En aquellos que tienen alguna comorbilidad el riesgo de fallecer es 11 veces mayor si se comparan con quienes no tienen ninguna comorbilidad.
La vitamina D también influye en la mortalidad, pues comparados con quienes tienen valores normales de esta vitamina, la probabilidad de morir es aproximadamente 13 veces mayor en quienes tienen niveles insuficientes, y 19 veces mayor en aquellos con deficiencia de vitamina D.
En conclusión, en tiempos de COVID-9 es imperativo mantener los niveles de vitamina D por encima de 40 ng/mL.