CONSULTORIO DE NUTRICIÓN

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Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Es buena la canela para tratar el hígado graso?
R: La enfermedad hepática grasa, no alcohólica (EHGNA), es la principal causa de injuria hepática del mundo; y se caracteriza por el depósito de grasa en el hígado (más de 5% de su peso) en personas que no toman alcohol.

Puede progresar muy lentamente hasta un estado inflamatorio o esteatohepatitis no alcohólica, fibrosis hepática (cirrosis) y cáncer de hígado.

La EHGNA se relaciona con la diabetes mellitus, y es la manifestación hepática del síndrome metabólico. Por lo tanto, una de las estrategias terapéuticas más importantes es modular la inflamación y el estrés oxidativo.

En vista de que la canela contiene antioxidantes, mejora la sensibilidad y la secreción de insulina, se realizó un estudio aleatorio, doble ciego, en 50 pacientes con EHGNA, durante 12 semanas (Askari F y col. 2014, Nutrition Research).

Se encontró que la suplementación con 2 cápsulas de canela (750 mg cada una) al día, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye significativamente los niveles sanguíneos de glucosa, triglicéridos, colesterol, enzimas hepáticas: transaminasas (ALT, AST y GGT), y la proteína C reactiva (PCR) como marcador de inflamación.

Pero estos hallazgos no son concluyentes. Además, debemos recordar que el uso de la canela, en especial el tipo Cassia, podría ser tóxica para el hígado cuando se consume más de 1/4 de cucharadita al día por un tiempo prolongado, debido a su alto contenido de cumarina (aproximadamente 1%).
Este tipo de canela es más oscura y sus capas son más gruesas; es menos dulce y más económica que la canela de Ceylán. Esta última es más segura porque apenas contiene trazas de cumarina, aunque es más cara.

Pero, para el uso culinario como especia, en postres, dulces, bebidas y comidas, no importa el tipo de canela, ya que se consumen cantidades pequeñas.

Finalmente, si usted padece de hígado graso y tiene sobrepeso / obesidad, debe perder lentamente 5-10% de su peso con ejercicios y una alimentación saludable; no saltar ninguna comida, evitar el ayuno prolongado y las dietas muy estrictas; reducir las grasas, consumir pescados azules, granos integrales, más frutas y verduras frescas; eliminar azúcares, bebidas endulzadas con jarabe de maíz alto en fructosa, alcohol, comidas rápidas y alimentos ultraprocesados.
¡Cuide su hígado!

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