Consultorio de Nutrición: Día Mundial de la Obesidad

Consultorio de Nutrición: Día Mundial de la Obesidad

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Por qué tenemos que celebrar el Día Mundial de la Obesidad?

R: El pasado lunes 4 de marzo se “celebró” el Día Mundial de la Obesidad. ¡Qué aberración, festejar la enfermedad! La obesidad es una pandemia, y las pandemias sólo traen tristeza, angustia, muerte y desolación, como sucedió con el covid-19. La obesidad afecta a más de mil millones de personas en todo el planeta; y en nuestro país uno de cada tres niños y seis de cada diez adultos son prisioneros del sobrepeso o la obesidad. La obesidad es la raíz de todos los males, un terreno fértil para el cáncer de mama, ovarios, próstata y colon, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, trastorno del sueño, enfermedades osteoarticulares, depresión y un sinnúmero de afecciones que nos roban la salud. Una semana de campaña anual para prevenir la diabetes y otra para el cáncer de mama, pero nada hacemos contra la obesidad como factor de riesgo. La obesidad y las enfermedades asociadas constituyen la principal causa de muerte a nivel mundial; y representan una carga económica muy onerosa para las familias y el Estado. Esta enfermedad crece y crece “como los espaguetis Milano”, producto de la globalización económica, la ignorancia, el sedentarismo y la falta de políticas públicas de salud preventiva. Y… el mundo sigue su agitado curso, ¡nadie se inmuta! Vivimos en una aldea global obesogénica, de fácil acceso a los alimentos hiperenergéticos, ultraprocesados, bebidas azucaradas y comidas rápidas.

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Es necesario promover la educación alimentaria y los estilos de vida saludable en el hogar y en la escuela. Debemos alimentarnos mejor y movernos más. Alexa, los teléfonos celulares y la automatización del mundo nos momifican, y la inteligencia artificial amenaza con aislarnos y embrutecernos, si no la utilizamos con sabiduría. La industria alimentaria, el tabaco y el alcohol generan beneficios económicos al Estado; pero el exorbitante costo de las enfermedades crónicas no transmisibles supera tales ganancias. “Una onza de prevención equivale a una libra de curación”

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