Consultorio de Nutrición: Enfermedad renal crónica

Consultorio de Nutrición: Enfermedad renal crónica

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Cuál es el manejo dietético de la enfermedad renal crónica?

R: La enfermedad renal crónica (ERC) se define como una reducción mantenida, más de 3 meses, de la velocidad de filtración glomerular (VFG) por debajo de 60 mL/min/1.73 m2 o por evidencias de daño renal estructural o funcional (albúmina en orina, riñón poliquístico o fibrosis intersticial).

Así, la ERC podría detectarse antes de que aumenten los valores sanguíneos de creatinina y/o disminuya la VFG.

El objetivo principal de la dietoterapia es retrasar la velocidad del deterioro de la función renal, controlar los factores de riesgo (obesidad, pérdida urinaria de albúmina, hipertensión arterial, diabetes, etc) y las complicaciones; controlar los niveles sanguíneos de potasio, fósforo, calcio, sodio, hemoglobina, ácido úrico, colesterol, triglicéridos, etc.

Los riñones controlan los líquidos corporales y eliminan las sustancias de desecho (urea, creatinina, ácido úrico, etc) por la orina; regulan la presión arterial, y mantienen los niveles fisiológicos de sodio, potasio, fósforo, etc.

Además, producen eritropoyetina (hormona que estimula la producción de hemoglobina por la médula ósea); y activan la vitamina D, hormona que regula el metabolismo del fósforo y del calcio.

La alimentación debe ser nutritiva, aportando calorías suficientes para mantener un peso corporal saludable, con un aporte proteico de 0.8 g/kg de peso/día, y hasta 0.6 g/kg/día en los estadios más avanzados, para evitar la sobrecarga renal de urea, creatinina y otros desechos, y reducir la pérdida urinaria de albúmina, si la hubiere. Se debe reducir el consumo de sal en las comidas para controlar la presión arterial.

En las etapas iniciales de la ERC no hay necesidad de restringir los vegetales ni los granos integrales, y el enfermo puede consumir una mayor variedad de vegetales y frutas, ya que el potasio se eleva en la ERC muy avanzada.

La ingesta diaria de líquidos debe ser igual a 500-750 mL más lo que el enfermo orine en 24h. No basta con consumir menos carnes y lácteos. Para evitar restricciones alimentarias innecesarias, consulte con un nutriólogo calificado.