P: ¿Cuál es la dieta para controlar la hipertensión arterial?

R: La presión sanguínea es la fuerza con la cual la sangre bombeada por el corazón, empuja las paredes de las arterias: presión sistólica o «máxima» (cuando el corazón late) y diastólica o «mínima» (si está en reposo), expresadas en milímetros de mercurio (mmHg) y las cifras se escriben separadas por una diagonal (presión sistóloca arriba y diastólica abajo). Ejemplo: 120/80 mmHg o popularmente «12/ 8» . Aunque la presión sanguínea varía a lo largo del día, se considera que está alta si permanece por encima de 140/90 mmHg («14/9»); pero si usted es diabético o padece de enfermedad renal crónica, la «presión sanguínea alta» se define como cifras iguales o superiores a 130/80 mmHg («13/8»).

El diagnóstico de hipertensión se basa en el promedio de dos o más lecturas (medidas apropiadamente con el paciente sentado), en diferentes visitas médicas. La hipertensión es peligrosa porque el corazón trabaja más fuerte, dañando con los años los vasos sanguíneos, riñones, cerebro, ojos y corazón, lo cual aumenta el riesgo de enfermedad coronaria, derrame cerebral, insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca y ceguera. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 1.500 millones de personas viven con cifras de presión arterial mayores de 140/90 mmHg.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informa que uno de cada tres adultos en todo el mundo sufre hipertensión, uno de cada tres adultos hipertensos lo desconoce, y uno de cada tres adultos hipertensos con tratamiento no consigue controlar su presión. Según el estudio EFRICARD-II, el 34.7 % de la población dominicana adulta es hipertensa.

Medidas higiénico-dietéticas para mantener a raya la presión:

1- Alimentación rica en frutas y vegetales; baja en azúcares simples, colesterol, grasa total y saturada.

2- Reducir la sal. Su consumo es una conducta aprendida; pero a medida que se ingiere menos sal, la preferencia por lo salado también se reduce. Eliminar el salero de la mesa, evitar los alimentos procesados y utilizar condimentos naturales aromatizados.

3- Moderar o eliminar el consumo de alcohol.

4- Controlar el peso corporal mediante una dieta y actividad física regular.

5- Nunca suspender los diuréticos y antihipertensivos sin autorización médica.