P:¿ Qué opina usted sobre la alimentación del dominicano?

R: Hoy es el «Día Mundial de la Alimentación», una ocasión oportuna para reflexionar sobre la dieta del dominicano. Tradicionalmente nuestra alimentación, tiende a ser monótona y aburrida: carne todos los días, cuando basta con hacerlo 2-4 veces por semana, dando preferencia al consumo de pescado, un alimento de bajo consumo a pesar de ser una isla tropical, bendecida por Dios con una gran biodiversidad; una tierra fértil rodeada de mares, con miles de especies animales y vegetales, suficientes para que nuestra dieta sea completa, variada, nutritiva y equilibrada. Pero, Ay ! de la famosa «bandera dominicana» de arroz, habichuelas (rojas) y carne, que izamos diariamente en señal de «patriotismo».

Rechazamos los alimentos integrales; consumimos leche entera, víveres o pan con espaguetis…… ¡ Qué aberración !

Las gaseosas «seductoras», las maltas y los jugos azucarados (procesados y artificiales) han desplazado el consumo de agua y leche descremada. Las frutas y verduras (vegetales) son un asunto del pasado. Platanitos, quesitos y papitas fritas; quipes, empanadas y frituras; dulces, bizcochos y golosinas; galletitas o pan con mayonesa, en compañía de los melífluos juguitos artificiales, todos contaminan las loncheras de nuestros pequeñitos; y son los productos de primera línea en las cafeterías escolares y en nuestros hospitales.

La globalización, como una estrategia nueva de colonización, pone de manifiesto la debilidad de nuestro «patriotismo» criollo . Numerosas franquicias de comidas rápidas y otros productos alimenticios se multiplican por doquier, en ciudades y campos del país: pizzas, hamburguesas, hot dogs, comidas chinas, helados, etc. Como si esta invasión legitimara las malas prácticas alimentarias, ha ocurrido un crecimiento liberal en el consumo de diversos platillos locales, contaminando aún más nuestro patrón de alimentación, ya debilitado por naturaleza; llevando esos platillos impregnado en cada nombre, un sabor popular: picapollo, picalonga, mofongo y mondofongo; yaroa, chimi, «los 3 golpes» (de salami, queso y huevo frito) y el famoso «carrito» (con 4 ruedas de salami).

Hoy, estamos cosechando los productos de nuestra mala siembra: obesidad, dislipidemias, diabetes, hipertensión arterial, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Necesitamos una reingeniería urgente de nuestra alimentación…..o pereceremos !

Hagamos nuestro el lema de la FAO para hoy: » Agricultura familiar: Alimentar al mundo, cuidar el planeta».