CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Especialista en recursos naturales
P.- Los ambientalistas parecen prestarle más atención a los problemas de la naturaleza y sus recursos en el ámbito terrestre, pero creo que al vivir en una isla, donde dos terceras partes de nuestras fronteras son marinas, es aconsejable que miremos hacia el mar y sus riquezas con el doble propósito de aprovecharlas y conservarlas. Se estima que el año pasado se registró la más baja presencia de ballenas que han llegado anualmente a la Bahía de Samaná en los últimos 10 años y la causa se atribuye al hostigamiento cada vez mayor a las que son sometidas con las prácticas del turismo de observación de estos mamíferos. ¿Cuáles informaciones usted conoce en este sentido?

R.- Tenemos conocimiento de que anualmente se le da seguimiento a las poblaciones de ballenas jorobadas que nos visitan en la temporada invernal y que los datos del monitoreo son recogidos y sistematizados en los estudios que realizan el CEBSE (Centro de Estudio para la Bahía de Samaná y su Entorno), el CIBIMA (Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo) y FUNDEMAR (Fundación de Estudios de los Mamíferos Marinos), entre otras entidades y organismos de investigación, tanto locales como internacionales.

Para este año se están incorporando nuevas técnicas de estudio que persiguen determinar los impactos probables de los ruidos de las embarcaciones sobre las ballenas jorobadas y otras especies valiosas de la biodiversidad costero-marina del Santuario de Mamíferos Marinos de la República Dominicana. Se nos ha informado que se están instalando radares en el fondo de la bahía con el propósito de recoger los ruidos y luego asociarlo al comportamiento de las ballenas. Creemos que con los trabajos tradicionales de investigación, más las novedades tecnológicas que se están experimentando, en lo adelante tendremos una mayor información técnica y científica sobre la presencia de estos animales, que por su espectacularidad, su gracia y docilidad, representan una riqueza natural que está siendo aprovechada para el ecoturismo y el turismo de masas, con excelentes resultados.

Los señalamientos que nos hace sobre el caso de la baja presencia de ballenas jorobadas el año pasado en la Bahía de Samaná (la más baja en los últimos 10 años)merecen una explicación de nuestra parte.

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