Especialista en recursos naturales
P. ¿Cuál ha sido la temporada ciclónica más activa que se ha dado en la Región del Caribe, pues la actual pinta que le va a ganar a todas las anteriores?
R. Es cierto que la actual temporada ciclónica del Atlántico Norte luce muy activa, pues ahora los fenómenos meteorológicos fuertes, como los disturbios, depresiones tropicales, tormentas y huracanes, no se presentan individualmente, sino que se presentan uno tras el otro y a veces casi coincidiendo en espacios geográficos muy próximos como ocurrió con Gustav, Hanna y Ike.

Para el día primero de septiembre del año en curso, acabando de disiparse el Huracán Fay que se había formado en el mismo territorio dominicano, como Tormenta Tropical en Hato Mayor; había tres fenómenos climáticos en acción en el Caribe, dos huracanes y una depresión tropical. Estaba el Huracán Gustav, el tercero en su género, tocando las costas de Estados Unidos en el Golfo de México, con vientos de 130 kilómetros (categoría I); el Huracán Hanna, el cuarto, azotando las Bahamas (Isla Mayaguana), con vientos de 110 kilómetros por hora (categoría I) y la novena Depresión Tropical denominada Ike, en las Antillas Menores, con vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora, los cuales posteriormente alcanzaron los 110 kilómetros para convertirse en el quinto huracán de la temporada. Sin embargo, la temporada ciclónica del Atlántico Norte del 2004 fue la que mayor número de disturbios ha presentado desde el Siglo XX hacia acá. Para ese entonces se formaron 32 fenómenos atmosféricos que agotaron todas las letras del abecedario y hubo que recurrir al alfabeto griego para nombrar los últimos. Uno de esos eventos del clima fue el poderoso huracán Katrina, que pasó por la Florida con categoría I (vientos de 110 kilómetros por hora) y luego, al penetrar al Golfo de México y alcanzar las costas de New Orleans, aumentó rápidamente a categorías II, III, IV y V, convirtiéndose en el más poderoso de los últimos años, destruyendo totalmente aquella ciudad norteamericana y arruinando sus principales infraestructuras viales. Todo esto nos indica que los cambios climáticos, que algunos ponían en dudas, ya están afectando seriamente a la República Dominicana. Anteriormente los ciclones venían desde las Costas de África, pero la Tormenta Noel se formó entre República Dominicana y Puerto Rico el año pasado y la Tormenta Olga, que vino a rematar los daños históricos de su antecesor, también se formó en las Islas Vírgenes, al Este de Puerto Rico.