Especialista en recursos naturales
P. Usted que siempre ha sido un abanderado de la defensa de las Áreas Protegidas, ¿no se ha dado por enterado de lo que está pasando con Laguna Bávaro, o es que los malos olores no llegan a la Secretaria de Estado de Medio Ambiente? Es algo alarmante lo que allí está ocurriendo con los hoteles que han decidido utilizar esta reserva ecológica como su mayor planta de tratamiento. ¡Pase por aquí para que no le cuenten!

R. Es muy cierto todo lo que me cuenta. Los hoteleros de Cabeza de Toro han decidido definitivamente desafiar la autoridad de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pues apoyados en la timidez de los funcionarios para actuar, lo que antes hacían de manera esporádica o de manera subrepticia, ahora lo hacen permanentemente y a plena luz del día.

Desde su creación el 31 de diciembre de 1995 hasta la fecha, en el Refugio de Vida Silvestre de Laguna Bávaro ha pasado de todo: rellenos de humedales, cortes de manglares, depósitos de desechos sólidos, múltiples derrames de combustibles, fumigación, cacería, construcción de establos, incendios frecuentes de eneas y palmas canas, corte de árboles y desmontes del bosque periférico, drenaje de la laguna, construcciones hoteleras sobre el manglar, construcciones de canchas y áreas recreativas sobre los humedales y decenas de desmanes más.

Trabajos realizados por el Equipo Ambiental de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, entre otros reportes de investigadores, indican que esta área protegida poco a poco va perdiendo los valores que sustentan su categoría de Refugio de Vida Silvestre, pues muchos de sus recursos y valores naturales no solo se han ido degradando o menguando, sino, desapareciendo.

El Ciprinodon Higüey, por ejemplo, que es un pececito endémico de esa laguna, que no existe en ningún otro lugar, ni en el país ni en el mundo, pues allí fue que la naturaleza creó las condiciones para que evolucionara y se diera el fenómeno de la especiación, cuyo resultado final fue la aparición de esta nueva forma de vida; hace varios años que no se reporta su presencia en su hábitat natural, vale decir, en su única casa y ya los especialistas comienzan a temer lo peor: su total extinción.

Estoy de acuerdo con usted, Medio Ambiente tiene que rescatar esta área protegida o abandonarla definitivamente.