Especialista en recursos naturales
P. Profesor, ¿qué traduce la expresión “oro azul” adoptada por los especialistas de Naciones Unidas al referirse al agua?

R. Cuando se quiere destacar o resaltar la importancia o la trascendencia de algo, y en particular de algún recurso o bien de la naturaleza, casi siempre se recurre a la misma naturaleza para buscar un símbolo, un referente o un elemento que tenga la fuerza suficiente para comunicar el mensaje que se quiere traducir o llevar a la opinión pública.

El agua siempre ha sido un tema sensible en todas partes del mundo y un recurso natural primario para el sustento de la vida sobre la Tierra.

“El agua es vida”; esta expresión es, probablemente, la que más ha calado en el inconsciente de la humanidad, pues ha sido traducida a todos los idiomas y en todas las culturas.

Ayer, en la penúltima década del siglo XX, los expertos de Naciones Unidas y en particular su Secretario General, Butros Butros Ghali, ante la crisis sin precedentes del agua en el Medio Oriente, advirtieron a la humanidad que la próxima guerra que se proyectaba en el futuro inmediato de la humanidad, sería por el agua.

Hoy, sin descartar su tesis anterior, los especialistas de la ONU han adoptado la expresión “Oro Azul” para destacar el valor incomparable que tiene el agua dulce en estos momentos para garantizar la vida, la salud y el bienestar de la humanidad.

Sin embargo, actualmente este líquido precioso se le escapa rápidamente de entre los dedos de las manos al ser humano y es imperativo crear conciencia de esta realidad que se está viviendo en todos los rincones del planeta, incluyendo a la República Dominicana.

Pero ¿qué es lo que está alarmando a los especialistas de las Naciones Unidas. Veamos:

“Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la actualidad, de los 6,250 millones de habitantes, 1,100 millones no tienen acceso al agua potable y 2,400 millones carecen de un saneamiento adecuado.

Las cifras involucran en valores aproximados al 40 por ciento de la población mundial. Las páginas más negras del informe dan cuenta de que cinco millones de personas -la mayoría, niños- mueren cada año por beber agua contaminada.

El mismo informe advierte que, de no revertirse este panorama, en el año 2025 las muertes y las enfermedades ocasionadas por la escasez y la contaminación del agua podrían adquirir dimensiones trágicas”.