CONSULTORIO ECOLOGICO

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Especialista en recursos naturales

P. Profesor,  ¿qué está pasando con los Haitíses? ¿Será que no hay forma de salvar este parque nacional, a pesar de que la sociedad dominicana tiene sus ojos fijos en este tesoro natural?

R. Es una pesadilla que parece eternizarse. Mientras la yautía siga siendo uno de los productos agrícolas más demandados y mejor pagados en Puerto Rico y otros mercados internacionales; mientras empresarios dominicanos y migrantes haitianos sepan que la Región de Los Haitises es un territorio impenetrable y que siempre habrá alguien quien defienda a los pobres padres de familia, y mientras la sociedad dominicana no tome la firme determinación de conservar a todo costo esta reliquia que nos legado la naturaleza; estaremos viendo los mogotes arder y sus dolinas llenas de cenizas.

No es la primera vez que los Haitises llena las páginas de los periódicos, no es la primera vez que los principales medios de comunicación escrita dedican enjundiosos editoriales sobre la necesidad de conservar este ecosistema tan singular de la geografía dominicana, no es la primera vez que se inician operativos militares para impedir que la agresión a esta reserva natural de al traste con todos los años de preocupación oficial por hacer valer la ley que la protege desde 1968.

¿Para qué sirvió el operativo de Selva Negra de agosto de 1986? ¿De qué valieron los esfuerzos para construir tres bateyes, 900 y pico de casas para asentar igual número de familias que nunca han vivido en Los Haitíses, porque en su interior no vive nadie? ¿250 mil tareas de tierra repartidas no alcanzan para producir más bienes que los que se obtienen con la destrucción de Los Haitises? ¿Será que no significan nada los 300 millones de pesos invertidos en alimentos, indemnizaciones, pagos de mejoras y ayudas a los desalojados que nunca se han marchado?

¡No, todavía hay que darle otro plazo para que los reasentados, los indemnizados y, en fin, los agricultores hagan la cosecha que ya está plantada!

En 25 años (1986-2011), el 70% de las personas que han recibido el pago de sus mejoras, todavía están depredando Los Haitíses. El 70% de las casas de Los Hatillos, El Catey y Bajo Yuna, han sido vendidas o están en manos de personas ajenas al conflicto. Más del 70% de las 250,000 tareas de tierras repartidas entre desalojados de Los Haitises, están en manos de particulares. ¿Esto es justo?

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