CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Especialista en recursos naturales
P. Profesor,  ¿está al tanto de lo que está pasando con la capa de ozono?,  se está destruyendo más rápido que en cualquier época anterior de la historia de la humanidad, ¿qué es lo que está ocurriendo realmente?

 R. Actualmente circula mucha información sobre el estado actual de la capa de ozono, la delgada membrana que envuelve la vida del planeta, casi toda con ribetes catastróficos y muy poca con datos alentadores.

Los científicos que estudian la problemática de la masa de ozono, casi siempre se centran en el polo Sur del planeta, donde se descubrió durante los 80´ del siglo pasado, creando gran revuelo por sus consecuencias ambientales, sobre la vida terrestre y acuática e incluso, sobre la salud humana.

Al dispensarle mayor atención al polo Sur y comprobarse que en la primera década del siglo XXI, se notaba que el agujero de ozono tendía a estabilizarse e incluso, a disminuir al sumar los promedios de superficies medibles a lo largo de los años, se llegó a pronosticar que para el 2050, era muy probable que se cerrara definitivamente; pero nunca se habló del polo Norte.

Sucede que las investigaciones acabadas de realizar por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas francés (CNRS), indican que la capa de ozono en el Polo Norte está experimentando un nivel de destrucción sin precedentes en la historia de la humanidad. A finales del mes pasado, la disminución de la capa que protege la Tierra de los rayos ultravioleta, fue del 40%.

Las causas se les atribuyen a los fuertes vientos conocidos cómo ‘vórtice polar’ que aísla la masa atmosférica sobre el Polo Norte e impide que se mezcle con el aire procedente de latitudes medias (zona ecuatorial o intertropical), de donde procede la mayor fuente de oxígeno del planeta.Tales vientos han creado “un invierno estratosférico muy frío y persistente que ha conducido a una destrucción del ozono importante y prolongada hasta el inicio de la primavera”, según el CNRS. La luz del sol de marzo ha golpeado esta masa de aire frío liberando átomos de cloro y bromo que destruyen el ozono. Estas temperaturas muy bajas han creado condiciones similares a las que ocurren cada invierno sobre la Antártida.

Pero en la base de todo, está la contaminación atmosférica por los diversos compuestos químicos emitidos por el hombre, a través de los aerosoles, los coches, frigoríficos, aires acondicionados… y las guerras.

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