P. ¿En qué quedó el tema ambiental en la más reciente cumbre del G8?
R. No hubo ninguna novedad, pues las aprehensiones que tenía el mundo al respecto fueron confirmadas. A pesar de los impactos del cambio climático sobre la humanidad, el medio ambiente todavía no alcanza suficiente nivel para preocupar a los gobiernos de las naciones más ricas del planeta. Esta vez la cumbre la organizó Japón en la ciudad de Toyako, donde se dieron cita los 7 países más industrializados del mundo y Rusia, y fueron invitadas de honor las cinco naciones consideradas con economías emergentes: Brasil, México, China, India y Sudáfrica.

Allí los ministros de Medio Ambiente asistentes reconocieron que se debería compensar económicamente a aquellos países menos desarrollados que hacen un esfuerzo, por ejemplo, en la lucha contra la tala de selvas y bosques naturales. Estados Unidos no compartió esta idea, señaló Matthias Machnig (ministro ambiental alemán), quien dijo además que la mayoría de los asistentes veían la necesidad de combatir los temores de los países en vías de industrialización, de establecer nuevas medidas de protección del ambiente sin frenar su desarrollo. El fracaso de la adopción firme de medidas ambientales como política del G8, ya lo había previsto el director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, quien pronosticó en la cumbre preparatoria de Heiligendamm que aunque se puedan dar algunos pasos hacia adelante, no se llegará a alcanzar la «gran solución necesaria». «Para ello queda aún mucho trabajo por realizar en aras de compatibilizar los intereses de Estados Unidos, los de Europa y los de los países en desarrollo». En esta cumbre, el tema más candente fue el de los cambios climáticos, pero tampoco en este campo hubo novedades, pues los compromisos no pasaron de seguir las negociaciones iniciadas en Bali-Indonesia, con miras a alcanzar mayores logros con el acuerdo que habrá de sustituir a “Kyoto”, cuando venza en 2012. Para ser consistentes con el lema de promover una economía mundial baja en carbono, enarbolado el Día Mundial del Ambiente, los ministros de Medio Ambiente del G8 se comprometieron a invertir más en investigación básica y aplicada sobre tecnología ambiental y energía limpia. Tres temas: investigación, tecnología e innovación, salieron a relucir para concretar las iniciativas anunciadas. Es el discurso diplomático de los ricos frente a los pobres.