P. Profesor, ¿cómo afectará al Cinturón Verde la nueva avenida de circunvalación del Gran Santo Domingo que acaba de iniciar el Presidente de la República?

R. Esta vía será una realidad gracias ala existencia del Cinturón Verde de Santo Domingo, es decir, si el Estado Dominicano no hubiese creado, a comienzos de los años 90, esta franja verde de protección del principal asentamiento humano del país, la capital dominicana y sus asentamientos periféricos, pues hoy no habría espacio para hacer esta gran avenida.

Esa es la importancia de la planificación y la visión de futuro que tiene que primar en la conducción del Estado en cualquier gestión de gobierno.

Cuando se creó el Cinturón Verde en 1993, se alegaba que era un mega proyecto verde que la Comisión Nacional de Asuntos Urbanos no iba a poder manejar y que requeriría del concurso de varias instancias del Estado para poderlo hacer realidad.

Y así fue a lo largo de estos 20 años de vida que tiene el Cinturón Verde, aunque hoy luce abandonado por la desaparición de su institución madre y la desidia de la institución tutelar a la que se delegó su protección, la Dirección General de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Economía,  Planificación y Desarrollo, en cuyas manos se ha visto prácticamente desaparecer.

El eje de esta nueva avenida de Circunvalación que unirá el Puerto de Haina con el Puerto Multimodal de Punta Caucedo en Boca Chica, como un arco circundará la zona núcleo de la capital dominicana y el Gran Santo Domingo, atravesando y discurriendo en medio de zonas ecológicas muy frágiles, la mayoría de las cuales están protegidas dentro Cinturón Verde de Santo Domingo.

Si el Ministerio de Obras Públicas y la DGOT del Ministerio de Economía,  Planificación y desarrollo se ponen de acuerdo con el concurso del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, algo muy difícil por la falta de comunicación interna de los organismos oficiales, se podría salvar, no solo el Cinturón Verde de Santo Domingo, el principal pulmón de la capital dominicana, sino, crear una franja de protección que garantice la amenidad y la belleza de esta gran obra vial.

Como la capital y los municipios de la provincia del Gran Santo Domingo, crecen y no paran de crecer y no se crean espacios verdes, pues esta es una oportunidad de oro para que las autoridades tomen las medidas pertinentes, compensando estas pérdidas.