Hoy 
Especialista en recursos naturales
P. Señor Martínez, ¿Es normal la biodiversidad marina y su abundancia, en las costas y mares de la República Dominicana? Lo pregunto porque estamos acostumbrados a ver en la televisión la pesca abundante en muchas partes del mundo como España, Japón, Francia y Chile, pero aquí vemos que teniendo mucha costa, no tenemos esa misma abundancia de productos del mar para consumir?
R. Su pregunta, que también es la de muchos, nos permite ilustrar una regla ecológica que muchas veces parece contradictoria o que opera contrario a la lógica convencional: La diversidad biológica es inversamente proporcional al tamaño de las poblaciones. Eso quiere decir que donde hay abundancia de especies (riqueza biológica), es porque las poblaciones son pequeñas y viceversa, si hay grandes poblaciones, entonces hay poca diversidad de especies.
Esta realidad ecológica, que pasa inadvertida para muchos, es una ley universal, se cumple en todas las regiones o latitudes del planeta, aunque con expresiones distintas en los trópicos y en las zonas templadas. En los trópicos, la zona caliente o que recibe la mayor cantidad de luz solar, es normal que haya una gran riqueza biológica, pero con poblaciones pequeñas; mientras que en las regiones templadas, ocurre todo lo contrario, hay grandes poblaciones, pero con pocas especies.
El ejemplo que mejor ilustra esta realidad, reside en su apreciación del fenómeno de abundancia de recursos pequeros (grandes poblaciones de peces) en zonas templadas de la Tierra (España, Japón, Francia, Chile ), porque hay poca diversidad de especies. En nuestro país ocurre lo contrario, hay una gran diversidad de especies, pero con poca abundancia de recursos pesqueros (pequeñas poblaciones). Es decir, aunque son realidades distintas, pero la regla es la misma: Donde hay abundancia de especies, hay pequeñas poblaciones; donde hay grandes poblaciones, hay escases de especies.
El turismo se sostiene en base a esta regla ecológica universal. Los países del norte o del sur (ambos alejados del trópico), tienen que viajar a los países calientes (zonas tropicales), si quieren ver riqueza y belleza natural. En los países fríos hay belleza pero con monotonía. Usted pasa de Estados Unidos a Canadá y luego a Alaska y solo ve pinos (coníferas), aquí usted tiene de todo.
