Especialista en recursos naturales
P. Profesor, Bahía de las Águilas es el principal activo fijo costero virgen y de calidad inigualable que le queda al país; si el Ministerio de Turismo acaba de colocar a Pedernales en el mapa del desarrollo turístico, ¿cuáles garantías existen para conservar el valor de este tesoro resguardado en el Parque Nacional Jaragua?

R. Si solamente apreciamos la dimensión económica del desarrollo turístico, cualquier nivel de preocupación por la conservación de Bahía de las Águilas resulta válido y atendible; pero si a este anzuelo de la inversión extranjera se le coloca la «sostenibilidad» como sello de garantía para sustentar su calidad y larga vida, entonces tendremos que operar con la «planificación» como un imperativo de orden racional y como bandera de la globalización en que estamos inmersos.

Precisamente, es lo que acaba de poner de relieve el equipo técnico del Ministerio de Turismo. No se trata de un trabajo exclusivamente de gabinete como se estila cuando no hay recursos para las labores de campo y solamente se recurre a la cartografía pura y simple. Estos jóvenes profesionales y soñadores que acompañan a Maribel Villalona en esta loable tarea han hecho del campo su casa y su fuente de información de primera mano, para hacer los levantamientos in-situ de los diferentes espacios que acaban de ser trabajados a fondo, desde el punto de vista de la planificación y de esta manera entregarle al país y a la sociedad dominicana un producto de calidad para convertir al turismo en una verdadera herramienta del desarrollo.

De estos cinco planes de ordenamiento de los recursos turísticos ubicados en los puntos estratégicos y de mayor empuje que actualmente posee la República Dominicana, resalta el caso de Pedernales por razones que todos conocemos: «Bahía de las Águilas» es la perla que deslumbra a todos los inversionistas que se acercan a sus entornos con el propósito de construir el sueño de un paraíso a su medida, pues se trata de un territorio todavía virgen, donde se puede planificar el futuro y salvar los errores de la costa norte o expiar los pecados ecológicos que en materia de turismo, se han cometido en la costa oriental.

Se han tomado las previsiones técnicas, los lineamientos están acorde con la potencialidad de los recursos y los valores naturales, se garantiza la calidad a largo plazo y se respeta la integridad de las áreas protegidas envueltas.