Especialista en recursos naturales
P. Profesor, ¿tiene cono- cimiento del creciente deterioro ambiental de Las Terrenas? Ante los ojos de las autoridades se acaba de rellenar la laguna, humedales y manglares de La Barba- coa, se está construyendo en la misma franja de los 60 metros del litoral, sin estudios y sin decreto del Poder Ejecutivo que lo autorice, como manda la ley. Las denuncias llueven desde playas Bonita y Cosón hasta Portillo y El Limón. Esta situación es tan grave que son los mismos inversionistas quienes comienzan a inquietarse. ¿Alguien estará autorizado a transformar este paraíso de ensueños en una pesadilla? ¡Queremos su opinión!

R. El desarrollo tiene que ser conducido para que no se convierta en caos. Samaná es una riqueza frágil y como tal, debe ser tratada. El relleno de La Barbacoa es un insulto inaceptable a la inteligencia. Así como el agua se le escapa entre los dedos a los bañistas de todos los destinos que intentan atrapar las perlas verdiazules y darle realismo al espejismo que crean las playas y cocoteros de Las Terrenas, Lanza del Norte, Las Canas, Rincón y Madama; de igual manera se nos puede esfumar esa fuente de divisas de este turismo incipiente que el país puede aprovechar para cimentar y darle soporte real a su desarrollo.

El Estado Dominicano acaba de facilitar las vías de acceso a los rincones más hermosos de la Península de Samaná. Esta provincia ha sido privilegiada con un Aeropuerto Turístico y de igual manera se mejoran las condiciones para la recepción de Cruceros y Trasatlánticos capaces de inundar de turistas los 33 kilómetros lineales de playa, los inigualables parques nacionales y monumentos naturales que le sirven de soporte a esta actividad lúdica, la más prometedora que tiene la economía del país, en términos de divisas.

Yo me resisto a creer que las autoridades locales y nacionales, que tienen competencias directas e insoslayables con el devenir de esta demarcación geográfica, desconozcan que Samaná es una ilusión vestida de realismo. Es un salto o el soplo de las Ballenas que de enero hasta marzo atrae visitantes de cualquier rincón del Planeta; Cayo Levantado es un accidente arrecifal de arenas tan blancas como el azúcar refino y Cabo Samaná es un promontorio impúdico, porque no se le puede dar libertad a la imaginación cuando se observa con detenimiento. Turismo- Medio Ambiente…, es hora de actuar. ¡Mañana podría ser tarde!