CONSULTORIO ECOLÓGICO

<FONT color=#0000ff><STRONG>CONSULTORIO ECOLÓGICO</STRONG></FONT>

ING. ELEUTERIO MARTÍNEZ
Especialista en recursos naturales

P. ¿Será cierto que después del paso de las tormentas Noel y Olga, el Lago Enriquillo ha aumentado de tamaño?

R. Así es. A partir de las intensas lluvias que trajeron estos fenómenos climáticos, el río Yaque del Sur hizo inundaciones catastróficas y no todas estas aguas fueron a parar al Mar Caribe o Bahía de Neyba; si no que, como históricamente lo ha hecho, buena parte de las mismas fueron a parar a la Laguna Cabral y desde allí, se desbordaron hacia el Lago Enriquillo.

Desde la desaparición del antiguo canal marino que unía las bahías de Neyba – Barahona y Gonaives – Puerto Príncipe (separando la “Isla del Sur” o Sierra de Bahoruco de la “Isla del Norte” o resto de La Hispaniola), justamente después que los sedimentos de este río contribuyeran a cerrar dicho canal por el Este; han sido los desbordamientos de este río los que alimentan este inmenso cuerpo de agua que permanentemente se está secando, debido a la elevadísima tasa de evaporación que supera cuatro veces el volumen de agua que normalmente le llega con las lluvias o vía los numerosos manantiales (ríos, arroyos y afluentes subterráneos) que lo alimentan.

Es decir, aun con toda el agua que le llega con los ríos El Salado – Galván, Las Marías, el Estero, Panzo, Barrero, Los Ríos, El Mión, La Descubierta, Los Borbollones, El Penitente, Blanco, La Azufrada, La Zurza, Las Damas, Bermesí y el Canal Cristóbal que proviene de la Laguna Cabral que a su vez se alimenta del Yaque del Sur a través del Canal de Mena, amén de todos los demás acuíferos subterráneos; este lago evapora mucha más agua que la que recibe y por lo tanto, hasta que no viene un ciclón o tormentas como éstas que acaban de pasar, no se recupera.

Se estima que el Lago Enriquillo aumentó el nivel de sus aguas unos 5 ó 6 metros verticales y amplió su superficie considerablemente, hasta el punto de que por el oriente, las aguas llegaron a estar paralelas al poblado de Villa Jaragua, lo que implica una extensión horizontal de unos 1,500 a 2,500 metros (entre 1.5 y 2.5 kilómetros horizontales).

Todavía se encuentran bajo aguas el balneario La Azufrada y una caseta del parque nacional que anteriormente estaba ubicada en la playa, bastante retirada de la orilla del lago. Ahora mismo nadie puede bañarse en La Azufrada, uno de los atractivos más llamativos de esta área protegida.

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