CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, vivo en Yamasá y para venir a la universidad, todos los días tengo que observar cómo empresas inescrupulosas están destruyendo un área protegida llamada Sierra Prieta ¿por qué no se aplica la Ley 64-00 y se para este crimen ecológico?

R. A mí también me duele este caso, no solo por el daño en sí, si no por conocer de qué se trata. Este problema es recurrente porque Medio Ambiente, que es la entidad estatal competente para la protección de Sierra Prieta, es la misma que, aunque cualquiera se pone las manos en  la cabeza, da los permisos para la extracción de las rocas y arruinar la porción nororiental de esta loma.

Sierra Prieta no es un área protegida cualquiera, se trata de una «reserva científica», categoría genérica 1a de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), que obliga a prohibir toda actividad humana ajena a la investigación, al estudio, al conocimiento de los procesos vitales del planeta y en particular, de islas como la nuestra, La Española; con una herencia natural y cultural tan hermosa y tan valiosa que es objeto de admiración por parte de la comunidad internacional.

Me imagino cómo se sentirán los técnicos de la División de Biodiversidad o los que tienen a su cargo la aplicación de las normativas a las áreas protegidas según su categoría de manejo, cuando reciben la visita de colegas o expertos en este campo que regularmente visitan el país.

¿Cómo explicar que el Ministerio de Medio Ambiente otorgue un permiso de explotación minera en una Reserva Científica? Pero aún más, Sierra Prieta es la única unidad de conservación del Sistema Nacional sobre Áreas Protegidas de la República Dominicana dedicada exclusivamente a la conservación de la biodiversidad sobre suelos de serpentina, caso muy extraño o más bien, muy escaso en la geografía nacional, salvo algunos ejemplos descubiertos recientemente por los expertos del Jardín Botánico Nacional en la costa norte del país, pero en espacios que no tienen ninguna protección y en el mejor de los casos, están dedicados a la ganadería.

Sierra Prieta es un diamante en bruto cuyo valor para la vida del país todavía se desconoce. Hay que decirle a las autoridades que no queremos un tiro más (antiguo campo de tiros), ni la extracción de una pala más, ni una comesola o martillo mecánico en los alrededores de este Santuario Natural dedicado a las Ciencias.

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