Especialista en recursos naturales
P. Profesor, acabamos de participar en la eco-ruta María Trinidad Sánchez y aunque sé que mi país tiene muchos lugares hermosos, no me imaginaba un paraíso como la Gran Laguna, además, la experiencia de la embarcación es algo que jamás olvidaré. Mi pregunta, ¿por qué Medio Ambiente no hace promoción de algo tan grandioso?
R. Las áreas protegidas son tesoros escondidos, muestras de invaluable calidad de la naturaleza dominicana que se resguardan para el disfrute de las presentes y futuras generaciones y sobre todo, para personas como usted, con sensibilidad y buen gusto, que aprenden a disfrutar sanamente de estos maravillosos espacios, científica y cuidadosamente seleccionados.
Detrás de la calidad, va la cantidad. Seguro que usted ya ha comentado a sus amigos la experiencia que acaba de vivir y así lo hará todo el que pase por estos espacios tan exquisitos para disfrutar de una naturaleza encantada. Aún sin promover esta ruta ecoturística, todos los domingos van repletos dos minibuses y decenas de personas se inscriben en la lista de espera para la semana siguiente; mientras otros se aprendieron la ruta y lo hacen de manera individual o con su familia.
Al Ministerio de Ambiente solo le interesa que usted los conozca, que sepa que son suyos, los promueva y le ayude a cuidarlos; brindarle la oportunidad de hacer un paseo en bote en medio de una alfombra de manglares, conociendo lo que es una albufera o viendo el paso tímido del Rey Congo entre las raíces de los árboles. Estas vivencias crean una fortaleza espiritual extraordinaria.
No hay mejor forma de buscar aliados para la conservación que llevar a alguien al Dudú, una verdadera obra de arte de la naturaleza que la imaginación no alcanza para explicar. Todo ello se complementa con la experiencia de contemplar el Monumento Natural el Saltadero, una caída de agua tan impresionante que se queda grabada en la memoria de todo aquel que pasa por allí.
Pero el mejor regalo lo brinda la vista impresionante y sin comparación del Monumento Natural Cabo Francés Viejo y su compañera, la Playa El Bretón, una extraña y hermosísima combinación de elementos que solo la naturaleza sabe hacer para crear la magia especial de cada rincón de geografía. Pero los ensueños no se coronan hasta llegar a Laguna Grigrí, donde un remanso de paz espera al visitante para dejarlo prendado de emoción y fortaleza interior.