CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, el Presidente Danilo Medina acaba de inaugurar la Av. Circunvalación Norte de Santiago, después que el Presidente Balaguer la iniciara en el siglo pasado ¿qué hacer en el área ambiental para compensar el pecado ecológico de utilizar los mejores suelos del mundo para la producción de alimentos en infraestructuras viales?

R. Esta majestuosa obra vial que acabamos de recorrer y observar en todos sus detalles ecológicamente hablando, nos coloca nuevamente ante la dicotomía que trae consigo el desarrollo: Infraestructuras (impactos) versus Preservación (integridad ecosistémica).

Escuchamos las bondades económicas, sociales y progresistas de esta mega-obra de ingeniería, en boca del Ministro de Obras Públicas. Son evidentes y resaltan a la vista; pero nada es tan bueno que no tenga algo de malo. En este caso, resulta oportuno señalar que esta obra, al igual que el Aeropuerto Cibao, arrastra consigo un pecado ecológico capital: el sacrificio de cientos y miles de tareas de suelos Clase I, la máxima capacidad productiva de la tierra.

 

La tasa de retorno de esta inversión resulta tan atractiva que en cuestión de 3 ó 6 años máximos, palabras del ministro, ya se habrá saldado; pero ¿cuándo se compensará el potencial agrícola arruinado en los suelos de Licey – Tamboril – Gurabo – Jacagua – Quinigua? Hay un costo económico en términos tangibles y otro aún mayor, en términos ecológicos o intangibles.

Todo es posible, el desarrollo y la conservación. Pero alcanzar ambas cosas, más que técnica, se necesita arte y sentido común. Para ello la planificación resulta indispensable. Toda obra construida por el Ser humano, debe asentarse en la naturaleza como lo hace el mosquito para picarnos y nos duela lo menos posible, u obrar con la inteligencia del zumbador, que se aproxima tan cuidadosamente a la flor, que hasta puede robarle un beso sin despertarla.

Pero esa asignatura no la imparten en la facultad de ingeniería y sensibilizar a un operador de un D-8 que cobra por volumen de suelo y árboles removidos, es tarea ciclópea.

Esta avenida debe ser el Cinturón Verde de Santiago. Basta un Decreto para arborizar el «Derecho de Vía» y el «Espacio Intravial». Atención SOECI y Medio Ambiente. Actuemos hoy. Mañana será imposible. Imagínense la circunvalación rodeada de samanes, caobas, cotoperí, palmas reales y canas en los 30 metros bilaterales de ley.

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