Consultorio Ecológico

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P. Profesor,preocupa el desastre forestal de Loma La Mina, donde los pinos cortados son arrastrados con tractores cuesta abajo haciendo zanjas a poca distancia de la Presa de Hatillo, donde irá a parar los sedimentos con las lluvias; los camiones cargados de madera verde andan con permisos oficiales, ¿podría decirnos qué es lo que está pasando?

R. Muy sencillo, se trata de un plan de manejo forestal privado, curiosamente establecido dentro de un programa oficial denominado “Quisqueya Verde”, plantado en la Loma La Mina por Jaime David Fernández Mirabal cuando era Vicepresidente de la República. Lo prudente sería que el Ministerio Ambiente brinde las explicaciones de lugar, porque la verdad es que nadie puede entender ni aceptar que se pueda aprobar un plan de corte privado, en un proyecto forestal de protección oficial del entorno de la Presa de Hatillo.

Pero le confieso que yo mismo no entiendo lo que está pasando con esto de los planes forestales, donde lo primero que se debe hacer es comenzar a plantar para cosechar cuando los árboles estén de provecho. Sin embargo, todos los planes de manejo, unos 900 actualmente en operación según el propio Ministerio Ambiente, comienzan cortando los árboles existentes en los bosques nativos, que nadie los ha sembrado. Así cualquiera se convierte en empresario forestal, pues no hay mejor negocio que cortar sin invertir en restaurar ni remediar los daños creados.

No sabemos el empeño oficial en decir que vivimos en un país con abundancia de bosques, con un 40% de cobertura forestal sin incluir los cacaotales ni los cafetales. Esa belleza de país yo no lo conozco.Cualquierdía de estos amaneceremos en un paraíso forestal.

Un despacho de prensa oficial reciente sorprende hasta los más despistados, donde el Ministerio Ambiente levanta la veda de corte de árboles…, pero ¿cuándo ha estado prohibida la tala en la práctica?, porque en la Sierra de Bahoruco, particularmente en Los Arroyos, Mencía y Aguas Negras, esta actividad es normal, tanto en fincas privadas dentro del parque nacional como en territorios abiertos.

Habrá que decirles a los funcionarios de Medio Ambiente que 900 planes de corte, es algo que realmente grave, para un territorio insular, donde todo lo que se corta es el bosque nativo, en cuencas hídricas que alimentan las presas, acueductos y canales de riego para la producción de alimentos. ¡Lo demasiado…, hasta Dios lo ve!

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