P. Profesor, el Yaque del Norte está en condiciones deprimentes a su paso por Santiago de los Caballeros ¿qué nos sugiere para impulsar su rescate o puesta en valor?

R. Es lamentable que la principal fuente fluvial del país esté languideciendo ante la indiferencia de la ciudadanía y los poderes públicos. Es como si el elemento insignia de la “ciudad corazón” no tuviese dolientes y lo que es peor, al parecer el único valor que se le asigna es su conversión en el sistema de drenaje de las aguas servidas del segundo asentamiento humano más grande de la República Dominicana.

Para su rescate, más que proyectos y mil promesas demagógicas, el Yaque del Norte merece una atención especial de sus munícipes, de las autoridades locales y nacionales, quienes deben estar conscientes de que todo el esplendor y las mismas raíces del Primer Santiago de América, están íntimamente ligadas a la existencia de esta gran arteria fluvial de la nación dominicana.

Pero el Yaque no es el pasado y más que mirar hacia atrás y los momentos de gloria que nos muestra la historia y las epopeyas que se han suscitado en su entorno, se necesita una proyección y una prospectiva de relanzamiento que debe comprometer desde el más simple ciudadano hasta las figuras más relevantes del poder político del sistema legalmente establecido y en el que nos desenvolvemos.

Es decir, el Yaque tiene que resurgir en nuestra mente y en medio de nuestros compromisos con el porvenir, con más fuerza y sentido de lo pertinente, de lo que se impone y debemos reclamar, como el activo de mayor importancia de cara al futuro, para el relanzamiento y la modernización de esta gran urbe cibaeña.

Solo la conciencia ciudadana tiene suficiente fuerza para cambiar el curso de la historia de un río que se ha convertido en una vergüenza pública ante la mirada indiferente de todos quienes nos enorgullecemos de tener la segunda fuente fluvial más grande e importante del Caribe insular.

Ahora que se calienta la pista electoral y de quienes intentan gobernar la ciudad que tiene más luces y representa la más hermosa inspiración de las personas nobles y sencillas de esta región, debemos conocer su sentir y su compromiso con el devenir del Yaque, que ya no duerme, si no que vive en medio de una pesadilla provocada por la contaminación y la inmundicia.