CONSULTORIO ECOLÓGICO

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P. Profesor, Pedernales y Monte Cristy parecen compartir la misma realidad y por igual demandan la asistencia puntual del Estado dominicano para abrirle las puertas al turismo, ¿no le parece?

R. Compartimos plenamente estos criterios pero guardando las diferencias, pues salvo el olvido, indiferencia o abandono que históricamente el Estado ha brindado por respuesta a los reclamos legítimos de estos pueblos para alcanzar ciertos niveles de desarrollo, en nada se parecen Monte Cristy y Pedernales.

Es cierto, Monte Cristy y Pedernales comparten similitudes curiosas, pues ambos pueblos se encuentran a igual distancia de la capital, vale decir, del Palacio Nacional, y como pueblos fronterizos, ni por fuerza de gravedad les llega la gracia del Presupuesto de la Nación para atender sus urgencias de abrirle a tiempo las puertas al desarrollo.

Por suerte y las cosas del destino, las visitas sorpresa del Presidente de la República han llegado a ambos lares y es muy probable que ahora se enciendan las luces del desarrollo turístico para aprovechar riquezas que yacen adormecidas y que solamente ameritan que el brazo bienhechor del Estado les alcance.

Pedernales ya tiene su Estrella de Belén con Bahía de Las Águilas, pero el faro del Morro de Monte Cristy hace mucho tiempo que está apagado y por lo tanto, ni por asomo, los barcos repletos de regalos de los Reyes Magos pueden divisar el Puerto de Manzanillo, estratégicamente ubicado en sus latitudes y meridianos.

Todos debemos cruzar los dedos para que el Ministro de la Presidencia sepa interpretar las intenciones del Presidente y la brújula del Estado también apunte rumbo Norte. No solo el pie del Morro, Estero Balsa y Los Cayos Siete Hermanos atesoran las perlas más preciosas que Don Cristóbal Colón no pudo llevarse en sus naves, por el encallamiento de la Santa María en La Isabela, igual condición le asiste a Playa Popa y Punta Mangle.

Sin embargo, lo que no pudo ver el Almirante de la Mar Oceana a su paso por Punta Rusia y Estero Hondo, lo apreció Don Danilo Medina en el Cayo Paraíso, que aunque no es hermano de los Siete y es un simple puñado de arenas que se asoma cada vez que baja la marea en el Atlántico, intermitentemente está mostrando al mundo las bellezas más impresionantes que ojos humanos jamás hayan visto.

Monte Cristy y Pedernales esperan que Montalvo llegue primero que la Viejita Belén.

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