CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Especialista en recursos naturales
P.
Profesor, lo cierto es que no entendemos cómo el Lago Enriquillo puede estar creciendo, si no se han presentado ciclones ni temporadas lluviosas de gran intensidad, pues la tendencia histórica del mismo, siempre ha sido hacia la sequía. ¿Podría señalarnos cuáles parámetros se pueden identificar para comprobar lo que usted plantea sobre la subida y los niveles históricos alcanzados por sus aguas en estos precisos momentos?

 R. No hay que hacer ningún esfuerzo para comprobar los niveles alcanzados por las aguas del Lago Enriquillo en estos momentos. Podríamos señalar muchísimos elementos o parámetros indicadores de la realidad presente y que resaltan a la vista, sin la necesidad de realizar estudios profundos. Comencemos por los más evidentes:

1.- Todos conocemos que en el interior del Lago Enriquillo se encuentran tres islas: Cabritos, La Islita y Barbarita; pues bien, las aguas del lago han sepultado las dos menores (La Islita y Barbarita), quedando solo la mayor: Isla Cabritos.

2.- El tamaño normal de la isla Cabritos es de aproximadamente de 24 kilómetros cuadrados, pero en estos momentos casi se ha reducido a la mitad, a unos 15 kilómetros cuadrados.

3.- Uno de los manantiales más famosos del lago, siempre lo fue “La Azufrada”, en la zona norte de su periferia; sin embargo, hoy ya no existe, pues fue sepultado totalmente por los niveles de las aguas.

4.- Los cultivos agrícolas y la ganadería que se practica normalmente en la periferia del lago, prácticamente han desaparecido bajo las aguas, cubriendo superficies amplísimas destinadas a la producción de alimentos.

5.- Son inocultables los niveles de expansión del lago hacia el Este y hacia el Oeste, hacia el Norte y hacia el Sur, abarcando áreas que hacía mucho no eras cubiertas por el lago, como buena parte de la zona litoral septentrional y meridional, pero sobre todo, por el oriente y por el occidente.

Pero las excentricidades físicas del lago no debe ser lo único que nos llame la atención de este brazo de mar atrapado entre las sierras de Neiba y Bahoruco; si no la dinámica ecológica que se está dando sobre las poblaciones y la composición de la biodiversidad presente. En estos momentos es difícil ver los cocodrilos, las aves y hasta las iguanas; la vegetación ribereña y alrededor de la Cabritos, prácticamente se ha perdido toda. Todo ello amerita de estudios urgentes para conocer la nueva realidad de este inmenso ecosistema léntico.

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