Consultorio Ecológico

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, el Mirador Sur tiene dolientes, son los mismos constructores quienes están saliendo en su defensa ¿le merece alguna opinión las declaraciones de Cristian Martínez?

R. Es obvio que esperábamos la opinión autorizada del arquitecto Cristian Martínez, sobre las inquietudes de urbanistas que ven la solución al tránsito vehicular de su entorno, en la ampliación de la Avenida Anacaona, restándole una franja de 10 metros a lo largo de 7 kilómetros en su perímetro septentrional, es decir, quitarle 70,000 metros cuadrados de área verde para asfaltarlos y destinarlos a la vialidad.
Como muy bien señala Martínez, ese es un absurdo que no puede encontrar cabida en la mente de nadie, pues una obra de esta calidad urbanística y de valores culturales únicos, jamás puede ser menguada, disminuída o desmeritada hasta el punto de casi verla desaparecer, pues 70 mil m2 es demasiado espacio para ser suprimido donde la superficie es “oro verde”.
Cristian Martínez y Eugenio Pérez Montás, dos protagonistas vivientes del diseño urbano de la capital dominicana, merecen el respeto y la admiración de la ciudadanía que actualmente tiene el privilegio de habitar esta urbe cinco veces centenaria, pues no solo han plasmado físicamente el Mirador Sur, sino que sumado a la majestuosidad de esta obra, también diseñaron o construyeron las principales y únicas grandes avenidas que actualmente se transitan en el Gran Santo Domingo y por lo tanto, son los mejores referentes del buen gusto y confort ambiental que hoy engalana la primera capital del Nuevo Mundo.

Estos distinguidos profesionales, junto a Rafael Tomás Hernández, Manuel Valverde Podestá, Bebecito Martínez, Benjamín Paiewonsky, Pedro Bobea y Pablo Mella, entre otros arquitectos e ingenieros, fueron quienes construyeron el Parque Zoológico Nacional, el Jardín Botánico Nacional, La Plaza de la Cultura, el Centro Olímpico, Los Tres Ojos, la Avenida Ecológica, el Parque Mirador del Norte, el Hipódromo V Centenario, el Faro a Colón, el Cinturón Verde, el Acuario Nacional y el propio Parque Mirador del Este, igualmente amenazado por la arrabalización con una terminal de autobuses, una obra macabra y de mal gusto concebida en la misma entrada de Los Tres Ojos, para la cual la Academia de Ciencias de la República Dominicana ha emitido su opinión desfavorable.
Gracias a Dios que el Tribunal Superior Administrativo ha detenido este despropósito urbanístico a tiempo, para que reflexionemos en torno a la ciudad capital dominicana que queremos para nosotros y nuestros hijos.

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