P. Profesor,¿cuál es el impacto causado por el incendio forestal que durante 8 horas estuvo diezmando el Parque Mirador Norte?
R. El Parque Mirador Norte es el corazón del Cinturón Verde de Santo Domingo, la principal reserva ecológica debidamente protegida que le queda a la capital dominicana, con casi 10 kilómetros cuadrados de extensión en ambas márgenes del Río Isabela, de los cuales, los 4 primeros se encuentran encerrados por una verja perimetral paralela a la Avenida Mirador Norte, entre las avenidas Jacobo Majluta y Hermanas Mirabal.
Aunque el siniestro afectó una muestra significativa de un bosque de segundo crecimiento, que podría recuperarse naturalmente (no amerita grandes plantaciones), el daño afectó los ambientes ecológicos más sensibles, particularmente el sotobosque, donde se concentra la fauna terrestre, la vegetación umbrófila (bajo sombra) y las enredaderas (lianas y bejucos), bromelias y líquenes que conforman la trama vital que caracteriza la biodiversidad apreciable en estas hermosas instalaciones (lo construido en este parque, apenas representa un 10% del ecosistema intervenido y el resto, un 90%, es pura naturaleza).
El Parque Mirador del Norte es un ecosistema con gran diversidad biológica y ambientes encantados, totalmente accesible y habilitado para la recreación, la educación y el esparcimiento, que merece toda la atención, pues su excelente conectividad vial, permite a la población citadina y satelital del Distrito Nacional y municipios de la Provincia Santo Domingo, disfrutar de una naturaleza de gran valor estético: bosque de galería lineal y paralelo al curso del Isabela, los extensos humedales del Arroyo Yaguasa, Arroyo Salado – Arroyo Hondo, Arroyo Manzano, Puerta de Hierro, área de lagunas y meandros abandonados del Isabela, ceibas centenarias y ambientes definidos por mosaicos de palma real, guanitos, palma cana, samanes gigantes y frutales aborígenes como el Mamey de Santo Domingo, famoso en toda Centroamérica y las Antillas.
Aunque este parque se abre al público en 1992, con los primeros 4,000 metros cuadrados dominados por pastizales, 10 años después (2002) ya había recuperado buena parte del bosque original, siendo ampliado desde la Zona Industrial de la Isabela, hasta los rieles del antiguo ferrocarril al oeste de Pantojas, sumándole unos 6,000 metros cuadrados más, parte de los cuales ocupan hoy, indebidamente, el Cementerio Jardín Memorial y la Planta de Tratamiento La Zurza.