P. Profesor, ¿cómo enfrentan los ganaderos de la Línea Noroeste los estragos de la actual sequía que mantiene asolados los potreros y campos de pastizales?
R. Las señales de cómo afecta el cambio climático la cotidianidad de la gente, cada día son más evidentes y aunque muchas veces y por múltiples razones queremos ocultarlas, es imposible que cerremos los ojos ante una realidad palpable y que nos advierte del daño profundo que le estamos causando a los ecosistemas de sustentación de las aguas que garantizan la producción de alimentos en el país.
En la actual temporada seca del mes de mayo, algo imposible de creer 50 años atrás, pues siempre se ha caracterizado por marcar el punto céntrico de la temporada lluviosa de la República Dominicana, los ganaderos de Santiago Rodríguez, Monción, Partido y la Línea Noroeste como región productiva de la agropecuaria en una zona cada vez más dependiente de los cultivos y la producción lechera, se han visto forzados a moverse cada vez más rápido hacia las laderas y estribaciones de la Cordillera Central, para ampliar sus zonas de pastizales.
En la parte alta de las provincias de Santiago Rodríguez y Dajabón, la situación no puede ser peor para los ganaderos, pues nueva vez aparecen ante las autoridades y los productores, las imágenes lánguidas y de vacas lecheras muertas por falta de agua y alimentos. Casos escuchados a viva voz de los propios ganaderos de Partido, Cenoví y Las Lagunas, extendiéndose y adentrándose a zonas cada vez más altas y en las cabeceras de los ríos provenientes de la Cordillera Central, describen claramente el drama del día a día.
Si vamos a buscarle una explicación lógica a los numerosos incendios forestales que han devastado extensas áreas del antiguo Parque Nacional Manolo Tavares, las encontraremos en las prácticas cotidianas de desbroce del bosque y la quema para una agricultura trashumante y la posterior limpieza para dejar limpio el espacio para el desarrollo de los potreros y zonas ganaderas.
Esta situación no sería tan grave si ocurriera fuera de las zonas productoras de agua de la Presa de Monción, pero sucede que todo está ocurriendo precisamente en las cuencas de los Ríos Yaguajal y Guayubín de la Provincia Santiago Rodríguez, así como en la cabecera de los ríos Cenoví, Cidrita y cuencas altas de los ríos Magua, Ámina y El Gallo entre las múltiples fuentes que sustentan la producción agropecuaria de la Línea Noroeste.