P. Profesor, ¿cuáles son las luces y sombras de los ministros que, en 20 años bajo la ley Ambiental, han dirigido la política conservacionista del país?
R. Como actor de segundo orden y testigo de excepcion otras veces, son mayores las luces que las sombras proyectadas por los 8 incumbentes del Ministerio de Medio Ambiente.
Frank Moya Pons: crea la plataforma institucional operativa con los 5 viceministerios establecidos en la Ley 64-00 (Áreas Protegidas y Biodiversidad, Recursos Costeros Marinos, Suelos y Aguas, Recursos Forestales y Gestión Ambiental), se establecieron las primeras normas de gestión. El único ruido fue la entrada del rock-ash al país.
Max Puig: enfrenta la temporada de incendios forestales mas fuerte de la historia reciente, diezmando inmensas alfombras de pinos de la Cordillera Central (Armando Bermúdez–José del Carmen Ramírez, y el entorno del Pico Duarte), la Sierra de Bahoruco y Los Haitises. Dio seguimiento al rock ash, por el que el país recibió $6 millones (acuerdo amigable–arbitraje internacional).
Omar Ramírez y Ernesto Reina fueron ministros efímeros, que no dejaron huellas en el devenir ambiental .
Jaime David Fernández Mirabal revoluciona totalmente la plataforma institucional con la creación de las Direcciones Provinciales, eleva a rango viceministerial a Cooperacion Internacional y Recursos Financieros, se consolida el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, amplia difusión con decenas de documentales específicos por unidad de conservación y la creación de 34 áreas protegidas nuevas, segunda medida mas importante en la historia conservacionista del país. La sombra de su gestión llegó con el Proyecto de la cementera de Los Haitises.
Juan Bautista Rojas Gómez, enfrenta nuevamente los incendios forestales, con una sentencia del Tribunal Constitucional que le impide instalar un aserradero en Valle Nuevo, para aprovechar la madera muerta.
Francisco Domínguez Brito: rescate del Parque Nacional Valle Nuevo y traslado a Villa Popy de ocupantes e invasores, crea normativas para la gestión de las áreas protegidas, la extracción de agregados de los ríos, y rescate del Ozama.
Ángel Estévez solo dejó como huella de su gestión la ganancia del arbitraje internacional que le permite al país la conservacion del Parque Nacional Baiguate y el ahorro de $41.5 millones que hacia la parte demandante.