P. Profesor, año nuevo, vida nueva ¿Qué le espera al país en materia ambiental en este 2021?
R. Demasiadas cosas que atender, tantas que no es posible mirar hacia todos los lados a la vez, pero en el Congreso Nacional cursa el proyecto de ley sobre Ordenamiento Territorial, tantas veces manoseado y que es de vital importancia para el desarrollo nacional y avanzar en el cumplimiento de los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible) de la Agenda País y Naciones Unidas, con horizonte 2030.
Pendiente y con una promesa a la virgencita de la Altagracia está la Ley de Aguas y al ladito, la Ley de Costas entre otras iniciativas congresuales que el país necesita y a todos los dominicanos nos preocupan. La Ley sobre Residuos Sólidos y su reglamento es una promesa del Ministro del Ambiente que debe ser honrada a la brevedad. Antes de salir de las cámaras legislativas, también debemos saber que allí están en curso las iniciativas de la creación de los parques nacionales Manolo Tavares Justo y Loma Miranda.
Más caliente tenemos el caso del desarrollo de Pedernales, donde está pendiente conocer los proyectos concretos a poner en marcha y la forma en que se van a conciliar o armonizar el turismo y las áreas protegidas que le servirán de sustento. Confiamos en que las autoridades aclaren todo aquello de la concesión de la Parcela 15-A para el desarrollo turístico parcial o total, que permea Bahía de Las Águilas y toca el fondo del Parque Nacional Jaragua, casos que mantienen en vilo a la comunidad ambientalista, pues el Decreto del Fideicomiso no especifica ni establece fronteras entre desarrollo y protección.
De igual manera pende sobre la cabecera y el cuello del Río Ozama una presa de colas mineras, cual espada de Damocles, a su paso por Yamasá y la calidad de las únicas aguas seguras que naturalmente tiene el Gran Santo Domingo, el mayor asentamiento humano de la República Dominicana.
¿Qué pasará con Bahía Luperón, Boca de Yásica, Valle Nuevo, agregados y proyectos de reforestación entre otros tantos detalles cotidianos?
En el ámbito internacional está en marcha la propuesta de la Convención de la Diversidad Biológica post Aichi, que terminó el año pasado, donde Naciones Unidas solicita a los países conservar efectivamente el 30% de su superficie terrestre y marina, duplicando las exigencias anteriores. Hay un COVID peor al 19 que está amenazando gravemente la biodiversidad planetaria.