P. Profesor, ¿qué está pasando con el Monumento Natural Lagunas Cabarete y Goleta?

R. Muy preocupante, pues este Monumento Natural Lagunas Cabarete y Goleta (III – UICN) establecido en la Ley Sectorial de Áreas Protegidas (No. 202-04), fue creado siguiendo las normativas mundialmente aceptadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Convención Ramsar para la Conservación de los Humedales, pero inexplicablemente, con los trabajos de delimitación física que se están realizando, se están dejando fuera unos 40,000 metros cuadrados (La Rinconada), que corresponden a esta Unidad de Conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), establecido por la Ley Ambiental Dominicana (No. 64-00).

Este caso es particularmente importante para la Comisión de Ciencias Naturales de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, quien le viene dando seguimiento y ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente la continuación de los trabajos de conservación iniciados desde el 2009, siguiendo los linderos establecidos en la Ley Sectorial 202-04, que manda a conservar todos los humedales de Cabarete y Goleta.

En tal sentido, la Academia de Ciencias publicó e ilustró detalladamente las amenazas y la problemática ambiental de este “Monumento Natural” en la “Revista Verdor” (No. 13) sobre los Humedales de la República Dominicana, puesta en circulación en el país, luego en Costa Rica y finalmente en Dubai, por la Secretaría General de la Convención Ramsar.

Es decir, aunque el humedal Cabarete – Goleta se encuentra en territorio dominicano, es un compromiso nacional con la Comunidad Internacional que va más allá de nuestras fronteras.

El país, ni mucho menos el Ministerio de Medio Ambiente, puede desconocer el mandato de su propia ley, ni los Acuerdos Internacionales asumidos por la República Dominicana, por lo que siempre tendrá el respaldo y la colaboración científica oportuna de la Academia Ciencias, para la conservación del Monumento Natural Lagunas Cabarete y Goleta, actualmente agredida por el relleno con materiales de construcción, caliche y fumigación de los humedales que constituyen el hábitat natural y nicho de alimentación de una gran variedad de aves migratorias, que anualmente vienen a descansar y reponer sus energías, para proseguir con su vuelo, sobre mares, océanos y montañas, garantizando el equilibrio ecológico del Planeta.