P. Profesor, ¿por qué ríos verdes y no desnudos?
R. Antes de que apareciera el ser humano sobre la faz de la tierra, la naturaleza creó un mecanismo perfecto para que el agua nunca le falte a ningún organismo. Todos los días el Sol calienta el mar, el agua se evapora, los vientos arrastran las nubes hacia tierra firme, se condensan en las montañas, cae la lluvia, los bosques como esponjas la recogen, se recargan los lagos subterráneos, se convierte en manantiales, se forman las nacientes y cabeceras de los ríos, los cuales se dirigen inmediatamente hacia el mar, recorriendo un canal bajo una alfombra verde en ambas márgenes, evitando que la luz del sol le llegue directamente al agua, hasta que alcance a su destino, el mar, donde se evaporará nuevamente, reiniciando otra vez el ciclo del agua, cual bendición que baña y sacia la sed de todo ser viviente, por siempre y desde siempre.
Este ciclo jamás debe ser perturbado porque de él depende la vida. Sólo al ser humano se le ocurre eliminar los árboles de los ríos, desde sus nacientes hasta el mar. Los ríos no pueden estar desnudos, porque se secan y mueren, en perjuicio de la vida, incluyendo la humana. De ahí que las nacientes y las márgenes de los ríos están protegidas en todo el mundo. Aquí lo hacen la Ley 632-77 (medio 500 metros a la redonda de todo manantial), Ley 64-00 (30 metros de las márgenes) y la Ley 305-68 (60 metros de la costa).
Actualmente ninguna se cumple y por eso resulta indispensable que el Estado cumpla y haga cumplir las leyes que nos rigen, comenzando con el artículo 15 de la Constitución (el agua es un bien común de todos los dominicanos, inembargable, imprescriptible).
Resulta necesario, urgente e inaplazable una cruzada nacional para el rescate de los ríos y con ellos, las aguas nacionales. La propuesta es simple, práctica y viable: Convocar a la Sociedad dominicana, las escuelas, las iglesias, clase política nacional, movimiento ambientalista, cooperativas, bancos, todo tipo de empresa, medios de comunicación (prensa, radio, tv, cables), organizaciones de base, ONG´s, a la diáspora y a todo ser humano habitante en nuestro país, a participar activa y solidariamente en la Campaña Nacional “Queremos ríos verdes, no desnudos”, reforestando el “Espacio Público” de la franja de 60 metros (márgenes ribereñas – costeras) y 500 metros radiales de las nacientes.