CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Especialista en recursos naturales
P. ¿Cuáles beneficios aportaría la construcción de la carretera Cibao-Sur a la sociedad dominicana, que superen los perjuicios que arrastraría sacrificar las principales fuentes de agua que sustentan la vida y la supervivencia de las dos regiones más prósperas del país?

R. Esta interrogante debe ser el punto de partida para tomar una decisión de tanta trascendencia para la vida nacional y el porvenir de las generaciones futuras, precisamente ahora que se propugna por un desarrollo con rostro humano y que su traje sea la sustentabilidad. Para comenzar, esta misma inquietud es el Talón de Aquiles y la fuerza de la razón que finalmente derrumbó en el pasado los intentos más serios de unir al Cibao con el Sur, destrozando las cabeceras de los ríos Yaque del Norte y Yaque del Sur.

Para construir una obra de tanta envergadura, los beneficios tienen que ser claros y evidentes, lo segundo, que la inversión venga justificada en términos económicos, sociales y políticos y por último, que nunca arrastre riesgos inmanejables, que comprometan o pongan en riesgo el devenir de las generaciones futuras de los dominicanos que no tienen voces en el presente, nuestros hijos. Si aterrizamos y nos vamos a lo concreto, tendríamos que ver en qué se complementarían las economías del Valle del Cibao y del Valle de San Juan.

Prácticamente todo lo que produce el Cibao también lo produce el Sur, aunque la primera puede que tenga un mayor nivel de industrialización, pero este beneficio lo podría obtener el Sur sin tener que construir una carretera. Que Santiago tiene un aeropuerto y San Juan no, pero lo tiene Barahona, más cerca y a un precio menos elevado, pues si se quiere acortar tiempo y distancia, bastaría con mejorar o terminar la carretera San Juan – Barahona. Y todavía más, el comercio internacional no se hace por aviones, sino por barcos y ni Santiago ni San Juan tienen puertos, si ese fuera el argumento, Puerto Plata está más lejos de San Juan que Barahona y viceversa, Barahona está más lejos de Santiago que Puerto Plata.

Habrá que buscar otra justificación que no sea la complementariedad en la producción o intercambio de productos, tampoco se puede esgrimir la necesidad del comercio internacional, por los planteamientos aquí expuestos. Para los demás beneficios en términos sociales y políticos se podrían obtener sin tener que arruinar los parques Armando Bermúdez, Nalga de Maco o José del Carmen Ramírez.

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