CONSULTORIO ECOLÓGICO

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Especialista en recursos naturales
P. Profesor, si ya pasó el “Día Internacional de Limpieza de Playas”, ¿cómo es que nuevamente lo celebramos en octubre?, ¿podría aclararnos lo que ocurre?

R.  El Día Internacional de Limpieza de Playas ha sido adoptado en casi todas partes del mundo, entre el 18 y el 25 de septiembre y así nosotros lo hemos acatado. De hecho, el 25 de septiembre del 2010 tuvimos una respuesta sorprendente en todo el litoral de la República Dominicana.

La jornada de limpieza del pasado 30 de octubre, fue un llamado especial que hizo la Fundación Costa Azul, una especie de segunda convocatoria en vista de que algunos de sus socios no pudieron participar activamente en septiembre pasado y para compensar, hicieron una reedición en octubre.

Pero lo sorprendente no es que se haga una convocatoria tras otra, sino la masiva respuesta del público. Sin tanto despliegue publicitario, la fundación y las casas comerciales que anunciaron su adhesión, lograron concitar la atención de más de 20,000 personas el pasado 30 de octubre, cubriendo casi todas las playas del país.

También nos llamó poderosamente la atención que muchas de las playas, al inicio de la jornada, lucían limpias o con pocos objetos de desecho y a los participantes de les ocurrió la feliz idea de cernir la arena con mallas, para recoger los pedacitos de fon o de cartón que estaban mezclados con la arena, para que ésta quedara totalmente libre de impurezas contaminantes.

Este hermoso gesto de respuesta espontánea de la ciudadanía nos indica, como suele decir un gran amigo, que ejemplos como éstos nos demuestran que todavía hay razones para el optimismo.

Claro que sí, todos los días encontramos miles de razones para sentirnos optimistas y confiados en el porvenir de la nación dominicana y su gente, porque aunque todavía marchamos en desventaja, los que ven el vaso medio lleno en lugar de medio vacío tienen tan firme convicción que no desperdician la oportunidad que la vida les presente para tratar de construir un mundo de esperanza para todos.

Llegará el día en el que no tengamos que hacer una convocatoria para limpiar las playas, las márgenes de los ríos; llegará el tiempo en que nadie se sienta tentado a segar la vida de un árbol innecesariamente; un día en que nadie logre satisfacción con un rifle en las manos probando puntería o el día en que nadie se ufane exhibiendo un trofeo por haber capturado el marlin azul más espectacular.

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