Especialista en recursos naturales
P. Profesor, ¿conoce la iniciativa para la creación de una “tarjeta verde” que operaría tal como lo hace actualmente la tarjeta solidaridad?

R.  Claro que la conozco, pues se trata de una feliz iniciativa que está proponiendo e impulsando la FUNDEJUR (Fundación para el Desarrollo de la Juventud Rural) ante el Gobierno Dominicano, el Ministerio de Medio Ambiente y la clase empresarial dominicana. La idea de crear una “tarjeta verde”, equivalente a la tarjeta de ayuda social denominada “solidaridad”, no solo se plantea como un concepto o un mecanismo destinado a favorecer el medio ambiente y la conservación de los recursos naturales en las zonas rurales de la República Dominicana, sino, colocar al ser humano en el centro de la preocupación por la salvaguarda de la naturaleza.

Porque, ¿quiénes son los beneficiarios de la conservación de las fuentes de agua?, o más bien, ¿para quien se realiza la reforestación o la conservación de los suelos de ladera y las zonas montañosas?, a caso ¿no es un Ser Humano quien está detrás, ya sea como víctima o como victimario,  de la degradación ambiental y la destrucción de la naturaleza?, ¿quién se beneficia, porque a nadie perjudica, la acción de rescate de los ambientes degradados, improductivos o arruinados por la contaminación o la depredación de nuestros bosques y los efectos deletéreos que ambos males arrastran, agravando los impactos catastróficos de los cambios climáticos?

Acabamos de conocer las conclusiones y revelaciones de los estudios que a nivel global está realizando la comunidad internacional sobre los impactos del cambio climático y los desastres naturales sobre la humanidad, los cuales colocan a  República Dominicana y Haití entre las naciones  que más sufren las consecuencias de la perturbación de la estabilidad climática planetaria. Y, lo que es peor, estamos señalados como los bla ambientes más vulnerables del mundo a eventos de esta naturaleza, al encontrarnos en  la ruta de los ciclones tropicales.  ¿Qué cuál es la idea de la “tarjeta verde”? Sencillo, colocar al hombre rural que vive o sobrevive en las altas montañas, como el eje de la preocupación por la conservación de las cuencas hidrográficas, impulsando buenas prácticas ambientales, cambiando modelos de cultivos degradantes y promoviendo acciones encaminadas mejorar la productividad de los policultivos asociados al bosque y la reforestación en las cabeceras de los ríos.