Especialista en recursos naturales
P.- Eleuterio, explíquenos lo que está pasando con los pomos en esta zona de la Sierra?
R.- El fenómeno de la muerte masiva del pomo o la pomarrosa (Syzygium jambos), lo observamos a comienzos de año, en una práctica de laboratorio con estudiantes de Ecología, Geografía y Humanidades de la UASD, en el Aguacatico, Santiago Rodríguez; es decir, en plena Cordillera Central.

Lo cierto es que a todos nos extrañó, por el ambiente desolador que se observa  a la orilla del Río Mao y sus tributarios; pero como el caso era generalizado, estaba pasando el invierno y no había entrado plenamente la primavera, comentamos que se trataba de la caída normal de hojas de esta especie, por la temporada invernal.

Sin embargo, el mismo fenómeno y a lo largo del año, también lo observamos en San José de las Matas y Jarabacoa (cuenca media y alta del Río Yaque del Norte), donde las plantas obligatoriamente tenían que haber renovado su follaje, por lo que hay que descartar el recambio foliar otoño-invierno. Además, el pomo no es una planta caducifolia normal, pues lo que más le sobra es agua para mantener su follaje.

Tampoco se puede alegar que se trata de una plaga porque entonces, las manchas o mosaicos en medio del bosque de galería, serían evidentes y nunca se presentaría una muerte masiva y casi uniforme de la vegetación ribereña.

Para quienes no conocen el pomo, se trata de una especie arbórea típica del sudeste asiático y naturalizada en esta región tropical del planeta (neotrópico), con aproximadamente 400 años de haber llegado a la República Dominicana.

Este árbol forma hermosos bosques de galería en forma compacta a lo largo de los ríos de las cuencas media y altas de las zonas cordilleranas, por lo que se le considera un protector natural de las márgenes fluviales y por lo tanto, un regulador natural de las grandes avenidas o crecidas de los caudales en épocas de ciclones o tormentas tropicales.

Dada su utilidad y en vista de que se trata de una especie forestal melífera de amplia distribución en el territorio nacional, merece que se le ponga atención, muy especialmente los técnicos y especialistas que nos desenvolvemos en el ámbito académico. Antes de emitir juicios definitivos, es recomendable una investigación exhaustiva del fenómeno.

 Esta es una excelente oportunidad para los centros de investigación y la búsqueda de soluciones a un problema forestal en ciernes.