Especialista en recursos naturales
Profesor, con el problema de la sobre sedimentación de los ríos y la amenaza de éstos a las comunidades ribereñas vulnerables, en los casos de los ríos Camú – La Vega y Yaque – Santiago, la canalización es una solución recomendable ¿no le parece?

R.  Para soluciones puntuales y a corto plazo, claro que sí, pues es evidente que el Río Camú puede inundar media ciudad en La Vega, con cualquier fenómeno atmosférico inesperado con mucha lluvia, como los casos  de Olga y Noel, vividos en el pasado reciente, y del Yaque del Norte a su paso por Santiago de los Caballeros, ni qué decir, pues el barrio La Curva, del Sector Bella Vista fue borrado totalmente cuando se hizo imperativo abrir las compuertas de la Presa de Tavera.

Tenemos entendido que en La Vega nadie se opone a la canalización de su río, sino a la forma y a los intereses envueltos, sin más alternativas que sacar materiales de construcción y es la misma situación que se presenta en Santiago de los Caballeros, con los reclamos que  hacen sus comunitarios, incluyendo los núcleos humanos que serían más perjudicados con eventualidades de esta naturaleza.

La canalización de un río, cuando se realiza con estricto apego a los lineamientos técnicos derivados de los estudios previos, hay que verla como el primer paso para tratar de encauzar la corriente de agua en los casos  extremos de avenidas o crecidas, en dirección donde se disminuya el riesgo para la vida humana y las propiedades.

Luego resulta indispensable una estabilización de los taludes en algunos tramos de las márgenes ribereñas, con el auxilio de algunas técnicas de ingeniería (muros, gaviones…), pero sobre todo con el restablecimiento de la arboleda natural del bosque de galería que existió en el pasado. Ninguna obra de ingeniería resulta más funcional, compatible o ecológicamente recomendable que las raíces de los árboles para mantener los ríos dentro de los parámetros históricos que la naturaleza le ha impuesto.

Es lamentable que una opción técnica viable se haya desacreditado tanto en el país. En todo el territorio nacional no existe un solo ejemplo donde la canalización haya resuelto una situación de riesgo de importancia y, en cambio, abundan los ejemplos de las malas prácticas médicas en casos tan graves como el deterioro incalificable de los ríos Nizao, Nigua, Yubaso, Yuna, Camú y el mismo Yaque del Norte.