P. Profesor, ¿Cuál es el potencial eco-turístico de Samaná?
R. Inmenso y único, veamos los tesoros más trascendentales: 1.- Es la capital internacional del turismo ballenero, con tal relevancia que no es obligatorio adentrarse en el Atlántico para disfrutar del espectáculo más suntuoso de los mares del mundo, cuando la hembra responde al cortejo del macho y hacen galas cantando, saltando, soplando y danzando, ante los ojos atónitos de quienes tienen la dicha de contemplarlo, tanto desde tierra, como desde una embarcación.
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2.- Samaná, en su diminuta geografía, tiene dos Parques Nacionales (Cabo Cabrón y Humedales del Bajo Yuna), dos Monumentos Naturales (Cabo Samaná y Salto El Limón), comparte el Santuario Marino más grande del hemisferio norte del Planeta (La Plata y La Navidad), un Refugio de Vida Silvestre (Gran Estero), además de compartir un “Sitio Ramsar (Humedales del Bajo Yuna)” y otro Parque Nacional (Los Haitíses), así como la Vía Panorámica Bulevar del Atlántico entre otros recintos ecológicos únicos del suelo dominicano.
3.- Las playas más hermosas del nordeste: Cosón, Bonita, Las Terrenas, Portillo, El Limón, Lanza del Norte, Las Canas, El Puerto, Rincón, Las Galeras, Madam y Cayo Levantado, para solo nombrarle una docena de las 21 playas idílicas principales que rodean la península.
4.- Sendero de las Reinas de Las Terrenas, que contiene 5 Ceibas pentandra, emblemáticas del bosque aborigen de La Hispaniola, incluyendo la Ceiba Abuela, con aproximadamente 1,400 años, sin dudas, el ejemplar más longevo de esta especie que aun le sobrevive a la República Dominicana.
5.- No podemos dejar de mencionar las alfombras de manglares más grandes de las costas dominicanas, las plantaciones de Coco (Cocus nucifera), los farallones más conspícuos y plataformas marinas más elevadas desde las mismas aguas del mar