P. Profesor, ¿de dónde proviene la expresión “Yaque Dormilón”, que como expresión de orgullo, utilizaba la Sociedad de Santiago de los Caballeros, a comienzos del siglo XX?
R. Si de historia y leyendas se trata, ninguna otra fuente acuífera, salvo el Ozama, le gana al Yaque del Norte. El “Río del Oro” como lo bautizó Cristóbal Colón, es el más grande, más extenso e importante de la República Dominicana. Desde las guerras de la Independencia y la Restauración, en sus márgenes se fue desarrollando, con máxima notoriedad, la ciudad de Santiago de los Caballeros, cuna de intelectuales, empresarios, políticos y hombres de ciencias, para quienes este río se erigía como el símbolo de las bellezas y riquezas inigualables de la naturaleza dominicana.
Personalmente tuve el privilegio de conversar varias veces con Popy Bermúdez (“José Armando, el hijo de Don Armando, en cuyo honor se designó el parque nacional que protege la Cuenca Alta del Yaque), y en una de ellas, en un encuentro que tuvimos en la Universidad Católica Madre y Maestra (mi Alma Máter), me explicaba que por tradición, su familia era maderera y que de los aserraderos que tenían entre el Valle de Bao y la Guacarita, la madera e incluso los pinos, se echaba en las aguas del Río Bao y de éste pasaba al Yaque, quien luego la transportaba a Santiago, la cual recogían en la curva de Bella Vista, a su entrada a la ciudad.
Leer: Consultorio Ecológico. ¿Qué significa “Resiliencia”?
En Bella Vista se remansan las aguas y era costumbre de entonces asomarse a las orillas de este caudaloso río, para verlo pasar por Nibaje, Puente Hermanos Patiño y La Hoya, hasta perderse más allá de la “Otra Banda”. La serenidad de las aguas siempre fue fuente de inspiración para artistas líricos, quienes con frecuencia hacían referencias al “Yaque Dormilón”.