P. Profesor, ¿cuál fue el impacto de los incendios forestales de Semana Santa sobre la biodiversidad, sobre el bosque y las aguas nacionales…, para el país?

R. Sumamente grave a juzgar por los reportes oficiales provenientes de la fuente más auténtica, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y sobre todo, de boca del funcionario más autorizado de esa cartera oficial, el Sr. Gerónimo Abreu, jefe de los Bomberos Forestales, con una hoja de Servicios al País, que la sociedad dominicana no tiene con qué compensarle, porque es su vida la que entra en peligro cada vez que se presenta un siniestro de estos, en cualquier rincón de cordillera, cuenca o área protegida, del territorio nacional.

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¿Qué dicen los reportes de Medio Ambiente sobre los incendios en la Sierra de Baoruco, Constanza, Villa Altagracia, Dajabón, San Juan de la Maguana, Santiago Rodríguez, Restauración y en todo el país? Se quemaron 4,000 tareas por un lado, 1,500 por el otro, 400, 110 y así por el estilo, todas en las cuencas hidrográficas y cabeceras de ríos.

Pero como estábamos en Semana Santa, mientras algunos rezábamos, otros abrían espacios para sus cultivos y actividades propias del conuquismo, la siembra, la ganadería, claro, para su supervivencia, como es lógico y lo hiciera yo si estuviese en su lugar, pero ¿cuánto le cuesta al país estas acciones legítimas?

Son las Aguas Nacionales las que pagan por los daños y con ellas, el agua de los acueductos, los canales de riego, la producción hidroeléctrica, en síntesis, una actividad de supervivencia de personas humilde, agrava la supervivencia global del país. Todo lo que se ha quemado, no se compensa con todas las plantas y acciones de reforestación de todos los años juntos de las últimas administraciones del Ministerio de Medio Ambiente.

Prevención es mil veces superior a reforestación.