P. Profesor, la Defensora del Pueblo visitó el Parque Nacional Cotubanamá para proclamar su compromiso de defensa y reclamar las garantías necesarias para su conservación, ¿le parece correcta y dentro de sus atribuciones la actitud asumida por la titular de esta nueva institución creada por la Constitución de la República?
R. Correcta y oportuna la visita de Zoila Martínez Guante, porque llega en el momento preciso para darle el espaldarazo que requiere un área protegida tan emblemática como el Parque Nacional Cotubanamá, de una institución creada precisamente para velar por los derechos fundamentales de todos los dominicanos y si hay un derecho sagrado que resguardar, el primero entre todos, es el derecho a la vida, a la salud, al medio ambiente, porque nadie puede vivir sin respirar, sin tomar agua o dejar de comer y todo ello proviene del mismo seno de nuestra Madre Naturaleza.
Se trata de un área protegida reconocida nacional e internacionalmente, la primera en contar con “Plan de Manejo”, como mandan las normativas legales locales y lo establece la Unión Mundial para la Naturaleza (II-UICN). La Organización de Estados Americanos fue el primer organismo internacional en ofrecer su apoyo y valoración al auspiciar los primeros estudios que condujeron a crear su Plan de Manejo, la Guía o Manual de Gestión, establecido bajo la coordinación de Merilio Morell, el legendario Director Nacional de Parques que abrió sus puertas a los dominicanos y al turismo internacional (Programa de Visitación).
Fue tal la trascendencia del Programa de Visitación, que la aldea de pescadores de Bayahíbe, con apenas 15 ó 20 humildes casitas de pencas y madera, sembró las bases de la próspera “urbe” que actualmente deslumbra al mundo con el turismo de más alta calidad y exclusividad que en estos momentos existe en la República Dominicana, siempre sustentado en las mismas riquezas naturales, históricas y culturales que le dieron origen, comenzando por la legendaria Isla Saona (la Bella Savonesa que Colón bautizó en honor a su compañero Michelle de Cunneo).
Bancos de postura de la Paloma Coronita (Columba leucocephala), los más grandes de las Antillas entre los Cayos de La Florida y Trinidad y Tobago (pues no entra a tierra continental); las cuevas de Berna, de Chicho, José María, del Puente, todas utilizadas por los taínos bajo el comando del Cacique Cotubanamá.
¡Salud Doña Zoila, madrina de las Áreas Protegidas Dominicanas…!