Consultorio Ecológico

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, a propósito del abanico de esperanzas abierto para las provincias de Barahona y Bahoruco y la alegría que ha despertado el arranque definitivo de la construcción de la Presa de Monte Grande, le preguntamos ¿qué ha pasado con la Presa de Yacahueque?

R. Se supone que marcha a buen ritmo, pues aunque no se ha vuelto comentar, en la navidad pasada y comienzos del año en curso, la EGHID (Empresa de GeneraciónHidroeléctrica Dominicana), anunció al país el avance del 20% de los costos de esta obra, a la empresa ganadora de la licitación.
Claro, Yacahueque no es una presa tan grande como Monte Grande, pero sí de igual importancia para el desarrollo en marcha del llamado “Sur Profundo”, pues el Valle de San Juan, principal granero agrícola de la región, depende esencialmente de la Presa de Sabaneta, por lo que este embalse vendría a coadyuvar e incorporar al riego agrícola, unas 40 mil tareas de tierra en Carreras de Yeguas, Escondido y Caña Segura.
¿Por qué esta presa despierta tanta atención? Es que el ejemplo de una obra exitosa, casi milagrosa, es la cercana presa Las Dos Bocas, quien con tan solo dos años de entrar en operaciones, ha logrado transformar totalmente la vida de cientos de moradores que mal vivían tumbando, deforestando y erosionando las montañas de su entorno y provocando la sequía de sus únicas fuentes acuíferas.
Quien no ha visto el milagro y la forma en que ha cambiado la vida en la zona de Vallejuelo, la presa de Las Dos Bocas, no podrá entender con claridad lo que representa la presa de Yacahueque para Carreras de Yeguas y zonas aledañas, sumidas en la pobreza y mal viviendo de la agricultura itinerante y depredadora de los últimos reductos boscosos de la Cordillera Central, que miran hacia las llanuras del Macacías.
La presa de Las Dos Bocas es de las cosas chiquitas que son grandes, por su efecto multiplicador en el pie de monte de la Sierra de Neiba; sin embargo, Yaquehueque está llamada a superarla con creces, por la emergencia social que nadie aprecia porque no puede salir de su escondite, en el mismo corazón de la Cordillera Central, la Madre de las Aguas.
Estamos a la espera de las buenas nuevas que nos traerá el Ing.Amos Fernández Medina, administrador de la EGHID, para Carreras de Yeguas y el país.

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