CONSULTORIO ECOLÓGICO. Peligro en Bayahíbe

CONSULTORIO ECOLÓGICO. Peligro en Bayahíbe

Eleuterio Martínez

P. Profesor, peligro en Bayahíbe, los trasmallos están destruyendo los arrecifes coralinos y la biodiversidad de las áreas protegidas ¿Qué se puede hacer para detener este atentado contra la naturaleza?

R. En primer lugar, si la pesca con trasmallos se realiza dentro de un área protegida sin los permisos correspondientes, se trata de una violación flagrante a la Ley Sectorial sobre Áreas Protegidas, Nº 202-04 y a la Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, Nº 64-00. Ambas tienen rango constitucional desde el 2010, razón por la cual no se puede invocar otro testamento legal para justificar tales desmanes contra estas riquezas y bienes patrimoniales de la República Dominicana. En segundo lugar, toda agresión a un espacio protegido es una violación a las normas de la Unión Mundial para la Naturaleza, universalmente aceptadas y que, por lo tanto, deben ser aplicadas con estricto apego a las categorías de manejo, pues es un compromiso país con la comunidad internacional.

Las costas de Bayahìbe atesoran uno de los sistemas de arrecifes coralinos más hermoso e importante que aún nos queda, con una variedad ecosistémica y paisajística única, razón por la cual se han creado varias unidades de conservación que incluyen parques nacionales, monumentos naturales y santuarios marinos, entre otras. A ello se suma una riqueza histórica y cultural de primerísima calidad, que incluyen varios yacimientos arqueológicos, embarcaciones coloniales sumergidas, reliquias culturales y armamentos de guerra históricos, entre otros tesoros actualmente evaluados por organismos especializados, para ser declarados Herencia Cultural de la Humanidad.

Además, Bayahíbe es uno de los enclaves turísticos de mayor calidad que tiene el país y el atractivo más importante lo encierran las áreas protegidas. La isla Saona, por ejemplo, por sí sola, atrae anualmente medio millón de visitantes, algo sin paralelo en la Región Caribeña. Entonces, no existe explicación ni argumento alguno que justifique la pesca criminal y abusiva con trasmallos, que degrada los arrecifes y arruina la biodiversidad asociada a los mismos. Tenemos las leyes específicas y puntuales para resolver el problema, más dos viceministerios creados especialmente para ocuparse de estos asuntos: Recursos Costeros Marinos y Áreas Protegidas.

Estas atribuciones son insoslayables y tanto el Ministerio de Medio Ambiente como el de Turismo, deben prestarle el debido cuidado a estas prácticas malsanas, que no solo ponen en riesgo las riquezas descritas, sino los mismos cimientos de la economía dominicana.

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