P. Profesor, ¿por dónde y cómo vamos con el cambio climático?

R. Al parecer, las explicaciones no son tan sencillas y las respuestas son tan vagas, como inconsistentes. Nadie puede hablar con seguridad, ni los científicos ni autoridades de ninguna naturaleza. Los organismos de mayor prestigio en el mundo, piden sensatez y a poner las cosas en blanco y negro.

Pero lo más grave de todo, es que quienes entran en pánico, son los menos, los que prácticamente no cuentan, quienes históricamente se les considera desquiciados, excéntricos o alarmistas, porque dicen lo que ven, lo que interpretan, lo que investigan. Esos seres extraños, casi anodinos, son los científicos.

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En los últimos 12,000 años, la temperatura media del planeta, la casa en que vivimos, ha sido de 14.5 grados centígrados, la Organización Meteorológica Mundial (ONU), dice que en la primera semana de julio 2023, la tierra se calentó tanto que promedió los 17.3° C. a nivel global y para que la vida en los ecosistemas terrestres y marinos entre a un proceso acelerado de retirada, bastan solo un grado sobre la media mundial.

En República Dominicana, entre enero y junio del año en curso, la temperatura media alta en las costas del país, supera los 4° C., nos dice el Presidente de Anamar, y si a todo ello le sumamos las 70,000 toneladas de sargazo, no hay precedentes en la historia en lo que va de la última glaciación hacia acá.

Estamos batiendo todos los récords mundiales en los parámetros normales del clima planetario, de manera abrupta e inesperada, sin embargo, los seres humanos permanecemos impávidos, como si nada estuviese pasando en nuestra casa común.

“Todo lo que le pase a la Tierra, le pasará a los Hijos de la Tierra”; es la sentencia del Jefe de los Pieles Rojas de Seattle.