Profesor, ¿por qué es imperativo prestarle atención a Duquesa?
R. Porque es, sin dudas, el principal problema ambiental de la República Dominicana y sus impactos trascienden cualquier estimación sobre los parámetros ambientales que puedan ser absorbidos por el medio ambiente. Duquesa mantiene enferma a la capital dominicana y todo el Gran Santo Domingo, pues su arteria aorta es el Río Ozama y no han valido los remedios aplicados en los últimos 25 años.
Es decir, la última vez que el Ozama pudo mostrar su cauce con aguas limpias y transparentes, ocurrió en 1998, después del paso del Huracán Georges, que limpió todos los arroyos, cañadas y escorrentías del entorno de este gran basurero y mantuvo sepultada, casi una semana, toda la Zona Industrial de La Isabela.
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La Gran Cañada que atraviesa el Jardín Botánico Nacional con olores insoportables, La Cañada del Diablo y Bonavides, que arrastran sin parar, los mayores volúmenes de plásticos, desechos orgánicos y químicos que se producen en el entorno industrial de la Máximo Gómez y los barrios más populosos del Distrito Nacional, principalmente todos: La Puya, La Zurza, Capotillo, Simón Bolívar, Las Cañitas, Gualey, Los Guandules y La Ciénega; han hecho abortar todos los proyectos impulsados por Balaguer, Hipólito, Leonel y Danilo, porque todavía no se sabe cómo quedarán con Abinader, estos Corredores de la Muerte, que mantienen en estado de coma, al Isabela y al Ozama.
La Mancomunidad del Gran Santo Domingo y su Director Ejecutivo, Waldys Taveras, han publicado datos espeluznantes sobre los recursos invertidos en los últimos 7 años (2017-2024), en Duquesa y en particular, de los caudales de lixiviados que van a parar a estas fuentes fluviales que atraviesan la Provincia Santo Domingo y desnaturalizan el rostro y los paisajes naturales que preceden la Zona Colonial, Sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO.