P. Profesor, ¿tiene algún comentario sobre la protección de la Loma Los Siete Picos?

R. Claro que sí. Es la medida más trascendental jamás adoptada para la salvaguarda del Río Ozama y sus afluentes, comenzando por el río Isabela y siguiendo con el Higüero, Matúa, Máyiga, Guanuma, Verde, Alto Ozama, La Leonora, La Vuelta, Básima, Rancho de Yagua y Novillero.

Por si alguien no lo sabe, Los 7 Picos constituyen la alfombra hídrica más importante de toda la Sierra de Yamasá, que produce agua hacia los 4 puntos cardinales, particularmente hacia el Este, donde el Isabela define su curso de 37 kilómetros de longitud, partiendo del primer pico “Loma El Pilón“, hasta llegar a la Islita La Esperanza, justo en Los Tres Brazos – Las Malvinas – Simón Bolívar en plena capital dominicana.

Pero hacia el Oeste, justo en el último de los Siete Picos, Loma Rancho de Yagua, nace el Ozama, que parte hacia Maimón primero, luego mira hacia Cotuí y luego dobla hacia el nordeste, hacia el Este por Peralvillo, Yamasá y Bayaguna, recogiendo múltiples manantiales, arroyos y ríos, incluyendo al Peralvillo, Cuance, Azul, Verde, Don Juan, La Luisa, Boyá, Comate, Comatillo, Sabana, Socoa, Yubina, Yabacao…, recorriendo 148 kilómetros para llegar a los 3 Brazos y confluir con el Isabela.

Se trata de dos ríos (Isabela y Ozama) que nacen en una misma montaña (Los 7 picos), pero uno recorre 37 kilómetros de longitud y el otro 148. El Ozama tiene afluentes hacia el Norte (Río Verde) y hacia el Sur (Río Básima), hacia el Este (Isabela) y hacia el Oeste (Ozama) por eso es un verdadero paragua. Ozama es la cuarta cuenca más grande del país y la más extensa superficialmente fuera de la Cordillera Central.