Profesor: ¿Cuál podría ser el complemento perfecto de la remodelación de la autopista Duarte?

R. Poner en práctica el Corredor Ecológico de la Autopista Duarte. Ya se han cumplido 29 años de haberse creado esta área protegida y todavía la sociedad dominicana está a la espera de los beneficios ambientales, políticos y sociales que se derivan de esta medida adoptada con el Decreto 233-96. Tal como se establece en esta normativa legal, la autopista Duarte en si misma, es una “página ecológica” que conecta las dos regiones más grandes del país, el Norte con el Sur, totalmente distintas geográfica y ecológicamente.

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Claro, por su naturaleza vial, es un área protegida con tolerancia del Sinap o Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la República Dominicana, concebido para garantizar la conservación de la integridad del paisaje y todos aquellos valores ambientales que le acompañan, como la gran cantidad de ríos y fuentes acuíferas menores que la flanquean o que la atraviesan, como son los tributarios de los ríos Haina e Isabela, arroyos Lebrón y Novillero, ríos Básima, Duey, Guananito, Rancho de Yagua, Vuelta, Maimón, Yuboa, Juma, Gima, Yuna, Masipedro, Jima, Jatubey, Fula, Rincón, Jaguey, Los Pinos, Arenoso, Camú, El Cerro, Verde, Puñal y Ensueño.

Es decir, entre Los Alcarrizos y la entrada a Santiago, hay 27 ríos y arroyos que cruzan o bordean la Autopista Duarte, pero ni siquiera las personas que transitan por esta vía diariamente conocen estas fuentes de agua, por no estar señalizadas.

Además, existen los valles intramontanos de Villa Altagracia, Bonao y Vega Real, que separan la cordillera Central de la Sierra de Yamasá y múltiples atributos naturales más, capaces de hacer de la autopista Duarte un verdadero sendero ecológico. Como autor de esta pieza legal, podemos aportar toda la asistencia técnica que Obras Públicas amerite.