P. Profesor, ¿usted qué opina del discurso del ministro y Rector del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, respecto al saneamiento del Parque Nacional Los Haitises?

R. Sorprendido con su claridad y pertinencia al enfrentar un problema que la sociedad dominicana le reclama a gritos, para salvar una de las Áreas Protegidas más emblemáticas de la República Dominicana, pero más aún, impacta poderosamente su visión preclara y objetiva sobre la conservación del Recurso Agua que exige el país.

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Sus palabras no tienen desperdicio y en su boca alcanzan un mayor significado, pues casi parafrasea al Papa Juan Pablo II, quien sostenía: “el Planeta Tierra no tiene un problema ecológico, sino moral…, de ambición humana”. Se refería al otorgamiento de un permiso para extraer un metro cúbico de arena del Río Yuna en Bonao y el beneficiario intentó extraer 100.

Créanme que a veces me preocupa coincidir con el Ministro, porque al momento en que las circunstancias le exigen aplicar consecuencias frente a los delitos ambientales, se queda muy corto y a veces, usa expresiones fuertes contra la Coalición para la Protección de la Áreas Protegidas, el aliado estratégico más valioso que jamás ha tenido Medio Ambiente, responsable en su accionar y siempre oportuno ante cualquier agresión ante el patrimonio vivo de la nación.

Estamos contestes en que la problemática del Agua, es un asunto de “Seguridad Nacional”, con el cual no se puede andar con medias tintas y que enfrentarlo era para ayer. La cordillera Central es el alma de este país, es la “Madre de las Aguas” y no existe mineral alguno que pueda superar el valor del líquido de la vida. La Presa de Sabaneta está rozando el techo de las nubes y sus aguas las condensan los árboles que las ordeñan en las cumbres cordilleranas.