P. Profesor, ¿Se podrá salvar el 30% del planeta para el 2030?

R. Plantear esa posibilidad años atrás, era más que una quimera, pero en la actualidad, vale decir, en estos momentos, cuando no solo es la vida del planeta la que está en peligro, sino la del mismo Ser humano, deja de ser una simple aspiración, para convertirse en un objetivo clave, de al menos la mitad de los pueblos o países del mundo, que acaban de reunirse en Ginebra, con miras a poner en marcha los acuerdos adoptados en Kunming – China, en el marco de la Conferencia de las Partes No. 15, de octubre pasado (en plena pandemia del covid – 19), donde se adoptó formal y globalmente, proteger al menos el 30% de las áreas terrestres e igual superficie de las zonas marinas.

«El mundo entero está convencido que proteger la naturaleza es clave para el futuro del planeta, incluso las grandes empresas y la industria», recoge Trevor Sandwith, director del Centro de acciones de protección de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

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De manera que no se trata de una simple posición de un ecologista con la cabeza caliente y despistado, si no de planteamientos basados en la ciencia y el conocimiento cierto, de que el maltrato inmisericorde a que ha sido sometida la naturaleza, lo mismo en tierra como en los mares, tanto en el norte como en el sur, en el este como en el oeste, nos obliga, más por razones de supervivencia que de conciencia, a hacer un alto en el camino y adoptar decisiones firmes.

República Dominicana no es que esté lejos de la meta, pues en estos momentos tenemos, al menos el 25% de las áreas terrestres protegidas, aunque algo menos, en las aguas territoriales marinas.